El ferry de carga que pretende reactivar el transporte de mercancía entre El Salvador y Costa Rica, propuesto como vía alterna ante la crisis política nicaragüense, iniciaría su operación dentro de dos semanas, anunció ayer el Ministerio de Economía (Minec).

La titular de esta cartera de Estado, Luz Estrella Rodríguez, informó que “El Salvador ya ha finalizado prácticamente todos los procesos institucionales” pendientes para echar a andar este proyecto, abandonado hace dos años por falta de acuerdos con Costa Rica en el costo de la operación.

Ante las dificultades que enfrenta Nicaragua en el tránsito de personas y mercancía desde hace 73 días, casi paralizado por manifestantes que piden la salida de Daniel Ortega, el Gobierno propuso a Costa Rica retomar la opción del ferry, un transporte marítimo de alta velocidad, para no interrumpir el comercio en toda la región.

La Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma (CEPA), habría finalizado ya el mecanismo de alquiler de la zona utilizada por la empresa naviera Atlantic-Pacific Shipping Line, que habilitará un ferry del Puerto de La Unión Centroamericana al Puerto Caldera, en Costa Rica, navegando una distancia que ronda los 800 kilómetros.

Asimismo, Rodríguez aseguró que el Ministerio de Economía, Industria y Comercio, homólogo del Minec en Costa Rica, habría anunciado durante la reunión del Consejo de Ministros para la Integración Económica (Comieco) realizada esta semana, que están ultimando detalles para habilitar su puerto.

 

Ferry será insuficiente

Laura Bonilla, presidenta de la Cámara de Exportadores de Costa Rica, aseguró a Diario El Mundo que la operación del ferry entre ambos países “mitigará el impacto económico de la crisis, pero es insuficiente para las demandas del sector exportador”.

“El flujo de contenedores vía terrestre entre El Salvador y Costa Rica asciende a 5,000 mensuales, y el embarque tiene la capacidad de trasladar unos 100 contenedores por recorrido” semanal, aseguró Bonilla, y destacó que éste tampoco es una solución para carga refrigerada, por lo que hay que buscar vías alternas adicionales.

Los exportadores de ambos países han hecho cambios logísticos para transportar mercancía, como trazar rutas alternas de distribución, horarios estratégicos, e incluso reducción en el volumen de las mercancías.

La Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI), realizó un llamado al Gobierno salvadoreño para agilizar planes de contingencia adicionales, debido a que “las demoras en recibir mercadería de importación” podrían “llegar a posibles desabastecimientos”.

A través de un comunicado, la ASI, como miembro de la Comisión Intergremial para la Facilitación del Comercio en El Salvador (Cifacil), urgió al Gobierno acelerar el otorgamiento de permisos y trámites de operación de comercio exterior, así como mayor flexibilidad, “principalmente para sustituir importaciones procedentes desde Nicaragua”.