Richard Francis, analista para El Salvador de Fitch Ratings, dijo a Diario El Mundo que, preliminarmente, la agencia estimó que el Gobierno salvadoreño necesitaría financiar en 2017 unos $1,300 millones, sin considerar la deuda de corto plazo, es decir, las Letras del Tesoro Público (Letes). Tras la emisión de $600 millones en bonos, realizada en febrero, el monto se reduce a $700 millones.
“Hay necesidades de $700 millones todavía. Pienso que el Gobierno tiene suficiente hasta agosto más o menos. Entre agosto y diciembre, el Gobierno necesitará un monto por alrededor de $700 millones”, aseguró el analista vía telefónica, desde Nueva York.
Francis indicó que si no hay claras fuentes de financiamiento para estas necesidades, podrían bajar más la calificación de riesgo del país.
“Podemos bajar la calificación, y pienso que eso sería producto del riesgo. Bajaríamos la calificación si nosotros vemos que los flujos de financiamiento no están seguros y si el Gobierno está llegando al tope de las Letras del Tesoro (Letes)”, afirmó.
A la fecha, la deuda en Letes supera los $1,000 millones.
No prevé acuerdo político
La calificadora nuevamente recordó la necesidad de un acuerdo para superar la polarización política. Sin embargo, el analista consideró que “nosotros no pensamos que ellos (FMLN y ARENA) van a llegar a un acuerdo, no al menos hasta que las elecciones del año próximo pasen. Tal vez un poco después, ellos pueden llegar a un acuerdo, pero hay elecciones presidenciales y va a ser difícil también”.
Para Francis el proceso de elecciones y las necesidades de financiamiento del Ejecutivo constituirán “un momento interesante”, y complicará las negociaciones.
Además, reiteró que para sanear las finanzas públicas urge un ajuste fiscal, y podría efectuarse, ejemplificó, elevando los impuestos.
“Eso sería un método, el Gobierno puede incrementar sus ingresos sin emitir más deuda, pero el lado político es muy difícil”, dijo.
La degradación del perfil crediticio de El Salvador ha sido constante desde septiembre de 2016, cuando el Gobierno se enfrentó a la posibilidad de caer en impago. En febrero pasado, Fitch fue la última agencia que redujo la calificación de riesgo soberano, al pasar a “B” desde la “B+” que le otorgó en 2016, y la dejó en perspectiva negativa debido a la polarización política.
Las revisiones de FITCH
Julio de 2016
Fitch Ratings decidió mantener la calificación de riesgo soberano en “B+”, con perspectiva estable. Además, advirtió sobre la crisis fiscal y deterioro de las finanzas públicas.
Febrero de 2017
Fitch Ratings redujo la calificación soberana de “B+” (de 2016) a “B”, y colocó la perspectiva en negativa por la polarización política y el acelerado endeudamiento del Gobierno.
63 % Millones
Fitch Ratings calcula que la deuda pública cerrará este año cercano al 63 % del Producto Interno Bruto (PIB).
3 % Déficit fiscal
Fitch Ratings estima que El Salvador tiene un déficit fiscal por arriba del 3 % del Producto Interno Bruto (PIB).
$700 Millones
Entre agosto y septiembre necesitará financiarse con otros $700 millones, según cálculos de Fitch.
$600 Millones
En febrero pasado, el Gobierno salvadoreño emitió $600 millones en Eurobonos.