El Fondo Monetario Internacional (FMI) degradó su previsión económica para El Salvador y prevé una contracción de -9 % en 2020, una caída por encima del pronóstico oficial y de los demás organismos internacionales.
En su última actualización de “Perspectivas de la economía mundial” (WEO por su sigla en inglés), publicada ayer, el FMI advierte que El Salvador sufriría una contracción de su Producto Interno Bruto (PIB) de -9 %. Esto es un ajuste a la baja de 3.6 puntos porcentuales frente al -5.4 % que pronosticó en abril pasado para el país.
La previsión anunciada por el FMI es por hoy el peor escenario para la economía salvadoreña. Es mayor al -8.7 % que advierte el Banco Mundial, al -8.6 % de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), y también supera al pronóstico oficial del Banco Central de Reserva (BCR) que prevé una caída entre -6.5 % y -8.5 %.
¿Cuáles son los escenarios económicos para El Salvador?
- -9 %: FMI
- -8.7 %: Banco Mundial
- -8.6 %: CEPAL
- -6.5 % y -8.5 %: BCR
En el informe el FMI vuelve a proyectar “una recesión profunda” para 2020 con una caída para la economía mundial de -4.4 %. La previsión es al alza en 0.8 puntos porcentuales respecto a su actualización de junio por -5.2 %.
“Se debe a resultados un poco menos alarmantes en el segundo semestre, así como a ciertas señales de una recuperación más fuerte en el tercer trimestre, que se compensan en parte con las revisiones a la baja en algunas economías emergentes y en desarrollo”, destacó el multilateral.
Los más golpeados
Mientras que el FMI mejoró su pronóstico para América Latina y el Caribe, para la región de Centroamérica el organismo internacional empeoró sus escenarios donde El Salvador y Panamá verán el mayor desplome económico en 2020.
El Fondo Monetario modificó sus proyecciones para toda Centroamérica, menos para Guatemala donde mantiene una contracción de -2 % para 2020. En su informe destaca una previsión para Panamá, la segunda economía dolarizada de la región, de -9 % desde un -2 % que pronosticó en abril.
Honduras observaría una contracción de -6.6 %, pero antes anticipó un -2.4 %. Tanto para Nicaragua y Costa Rica se prevé una caída de -5.5 % este año, cuando en abril previó un desplome de -3.3 % para la economía costarricense y de -6 % para la nicaragüense.
Para 2021, en tanto, el FMI prevé una recuperación económica de 4 % para El Salvador, Guatemala y Panamá, mientras que Costa Rica avanzaría 2.3 % y Honduras 4.9 %. Nicaragua seguirá en recesión con una proyección de -0.5 %.
Estos escenarios de recuperación para 2021 son menores si se compara contra su informe de abril pasado. Para El Salvador había previsto 4.5 %, Guatemala en 5.5 %, Honduras en 4.1 %, así como 3 % para Costa Rica, y 4 % en Panamá.
Al respecto, el presidente Nayib Bukele reaccionó a que la proyección del FMI es incluso mayor con la que se elaboró el anteproyecto del Presupuesto General de la Nación para 2021, un 3.9 % del BCR contra un 4 % del FMI.
Dijeron que nuestro presupuesto 2021 calculaba un crecimiento para nuestro país, que era imaginario, falso y engañoso. Pero, el FMI ha calculado un crecimiento todavía mayor”.
Nayib Bukele
Presidente de la República
Los diputados habían criticado que la proyección del presupuesto es mayor a cómo la economía salvadoreña podría recuperarse tras el golpe de la pandemia, y advertían que las cifras presentadas por el Ejecutivo podrían estar sobrevaloradas.
Sin embargo, el FMI advierte que continúa la “gran incertidumbre” sobre las perspectivas por los riesgos al alza como a la baja mientras que el virus resurge y se establecen confinamientos localizados.
“Si esta situación empeora y las perspectivas de tratamientos y vacunas se deterioran, el daño a la actividad económica sería grave y se vería amplificado por intensas turbulencias en los mercados financieros”, sumó.
Para el organismo “todavía queda mucho por hacer” para garantizar la recuperación sostenida, así como una mayor colaboración internacional para la creación y distribución de tratamientos o vacunas contra el covid-19.
Además, la entidad insiste en que los gobierno deben continuar ofreciendo transferencias monetarias focalizadas, subsidios salariales y seguros de empleo para los más vulnerables, así mismo -para evitar quiebra a gran escala de empresas y desempleo- propone apalancamientos como al pago de impuestos, moratorias en el servicio de la deuda e inyecciones de capital social.