Uno de los mayores retos del país es reducir su alto nivel de endeudamiento público.


El Fondo Monetario Internacional (FMI) revisará en las próximas semanas con el Gobierno salvadoreño la gobernanza económica, la transparencia presupuestaria y lucha contra la corrupción, como parte de las negociaciones para establecer un programa fiscal.

Gerry Rice, portavoz del organismo, confirmó ayer que se continúa analizando el pedido de El Salvador para establecer un programa de ajuste fiscal de $1,300 millones cuya magnitud se negocia en la revisión del Artículo IV, como se conoce a las consultas periódicas sobre la economía de los países miembros, que el multilateral comenzó de manera virtual a inicios de abril pasado. Aunque recalcó que no tenía detalles de las negociaciones.

“Pero lo que sí puedo decirle es que la misión del FMI considera que hemos realizado progresos, hemos avanzado en cuanto a los exámenes de las políticas macroeconómicas, y esto podría sustentar un programa respaldado con el FMI”, manifestó.

El vocero del FMI adelantó que en las próximas semanas se discutirá con El Salvador las “políticas relacionadas con la gobernanza económica, la transparencia presupuestaria y el marco de lucha contra la corrupción” como parte del acuerdo.
La misión del FMI considera que hemos realizado progresos, hemos avanzado en cuanto a los exámenes de las políticas macroeconómicas”.
Gerry Rice
Portavoz del FMI

Para Ricardo Castaneda, economista sénior del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi), esta “parte es la clave del acuerdo” porque será “lo más álgidos de la negociación”.

“Será el punto central”, sumó.

El Gobierno salvadoreño anunció de manera oficial en marzo pasado que busca un acuerdo crediticio de Facilidad de Servicio Ampliado (SAF, en inglés) que le permita corregir la delicada situación de las finanzas públicas. Sin embargo, estas negociaciones se habrían visto en riesgo por el deterioro en las relaciones entre Estados Unidos -uno de los principales financistas del organismo- y El Salvador tras la destitución de la Sala de lo Constitucional y el fiscal general.

Precio de bonos con variación dispar.


Este riesgo se evidenció por la caída en el precio de hasta -8.7 % de los bonos salvadoreños el 3 de mayo, dos días después que la nueva Asamblea Legislativa retirara del cargo a los magistrados.

En ese momento, personeros del Gobierno sostuvieron llamadas con el Fondo e inversionistas para asegurarles que se mantenía la intención del acuerdo y en los siguientes días las emisiones salvadoreñas comenzaron a recuperarse.







El riesgo país de la economía, medido por el EMBI, también subió el miércoles a 6.27 % tras encontrarse en 5.95 % en los últimos tres días.

Estados Unidos considera que debe revertirse la destitución, mientras que el presidente Nayib Bukele asegura que la decisión de la nueva Asamblea Legislativa se mantiene. Esto ha generado tensión en las relaciones y se sostiene el nerviosismo en el mercado de inversionistas.

En la jornada del miércoles 19 de mayo, el valor de las emisiones de deuda salvadoreña volvió a caer y los economistas lo asocian a la incertidumbre de los inversionistas sobre si se alcanzará el acuerdo fiscal con el FMI.

Al cierre de la jornada de este 20 de mayo, el precio de los bonos con emisiones de corto plazo continuó cayendo mientras que las notas de largo vencimiento mostraron un alza. Así, la nota EUROSV2023 cerró en $101.95, unos $0.45 menos que los $102.40 mostrado el miércoles. Por su lado, la NOTASV2050 quedó en $92.05, unos $0.67 más que el precio de $91.38 de ayer.

El economista Luis Membreño explicó que la caída en el precio de los bonos con vencimiento a corto plazo se debe a que hay mayor riesgo para los inversionistas sobre si El Salvador podrá conseguir el financiamiento para pagar los bonos que se vencen en enero de 2023 de no existir un ajuste fiscal con el FMI.

Rommel Rodríguez, economista de la Fundación Nacional para el Desarrollo (Funde), asoció la baja en el precio de los bonos con vencimientos próximos a la presión que enfrenta el Gobierno con los compromisos de deuda de corto plazo que, hasta marzo pasado, según datos oficiales, alcanzaron los $2,299.1 millones.

Por su lado, Rodríguez consideró que las emisiones de largo plazo habrían mostrado un dinamismo positivo por las declaraciones del FMI.
En las emisiones de largo plazo, podría tener incidencia positiva, mínima, los anuncios que se dieron por el FMI de que continúan las pláticas”.
Rommel Rodríguez
Economista de Funde