La Fundación Renacer del Grupo Poma, y las empresas Banco Atlántida y AFP Confía, del Grupo Financiero Atlántida, firmaron ayer una alianza para brindar capacitaciones y oportunidades de empleo a jóvenes salvadoreños que provienen de casas hogar, a través del programa “Creando Esperanza”.
El programa, creado por Fundación Renacer en 2014, ha generado oportunidades para más de 60 jóvenes que, al alcanzar la mayoría de edad, han tenido que abandonar la seguridad de los refugios de menores para enfrentarse al mundo.
“Este programa tiene por objetivo dar esperanza a estos jóvenes que se enfrentan al terror de abandonar estas casas hogar, entrenándolos con un oficio básico que los apasione, y aumenten la posibilidad de encontrar un empleo”, explicó Fernando Poma, vicepresidente de Fundación Renacer.
Los jóvenes reciben capacitaciones en las empresas de Grupo Poma como técnicos en especializaciones, como cocina, servicios, mantenimiento, recepción, y recursos humanos, durante un período aproximado de 12 meses.
El 100 % de las dos primeras promociones han logrado incorporarse a empresas del Grupo Poma que ofrecen un salario mínimo de $400; sin embargo, según explicó Poma, se mantienen en la búsqueda de aliados estratégicos para ampliar el alcance del programa, y ayudar a un mayor número de jóvenes.
Con la firma de esta nueva alianza, Fundación Renacer ha comenzado a trabajar en un grupo de más de 100 jóvenes para la tercera promoción de su programa.
Arturo Medrano, presidente País de Banco Atlántida, aseguró que la compañía “cree en iniciativas como la de Fundación Renacer, donde se generan personas capaces para construir su futuro”.
Lourdes Arévalo, presidenta de la Junta Directiva de AFP Confía, añadió que “este convenio se traduce en oportunidades reales para los jóvenes de ahora, que son el futuro de nuestro país”.
Sembrando valores
Fundación Renacer cuenta además con el programa de prevención de la violencia Sembrando Valores, que ha llegado a más de 15,000 maestros de escuelas públicas, que han canalizado sus enseñanzas a unos 700,000 niños del sistema educativo.
Para Poma, “estos educadores pueden transmitir a sus alumnos los valores aprendidos en el programa”, que en los próximos dos años espera alcanzar a todos los maestros de escuelas, para llegar a más de 1.5 millones de estudiantes.