La Fundación Renacer graduó a 45 jóvenes dentro del programa “Creando esperanza”.

Los beneficiarios cursaron diversos módulos de formación en los últimos 12 meses donde recibieron capacitación técnica en áreas como contabilidad, operaciones, mecánica automotriz, recursos humanos, mercadeo, publicidad, ventas, recepción y cocina, entre otras.

Creando esperanzas es un programa que beneficia a jóvenes de diferentes partes del país que no tienen a nadie capaz o dispuesto a cuidar de ellos. El programa es impulsado por el empresario Ricardo Poma, presidente de la fundación, y su familia.

Poma explicó que la iniciativa surgió hace seis años y recalcó que una iniciativa importante para dar una oportunidad a jóvenes en hogares de acogida y les da una oportunidad para su desarrollo.



“Cuando salen (de los hogares) a los 18 años no tienen empleo y es un momento de mucha angustia y eso fue la idea original y se han logrado graduar a cuatro generaciones que salen con empleo garantizado”, dijo el empresario también presidente de Grupo Poma.

“Ellos siguen viviendo en sus hogares, van a las escuelas, pero en paralelo los capacitamos en una serie de áreas que le interesa con la idea de que al salir pueden salir con empleo garantizado”, destacó.

Renacer trabaja en alianza con los bancos Agrícola, Atlántida y Cuscatlán, Grupo Unicomer, Credicomer, Tigo, Intradesa, Grupo Pubimovil, Papa Johns,, Confecciones del Valle, Aeroman, APEX, los hoteles Real InterContinental y Quality Aeropuerto, Grupo Roble y Autofácil.

Este año, los beneficiario también es la primera generación que también obtiene la certificación internacional Microsoft Office Specialist en los programas Word y Excel.



Fernando Poma, vicepresidente de Fundación de Renacer, dijo que el programa da esperanza a los jóvenes de casas hogar y que transforma sus vidas y les ayuda a tener un futuro prometedor. “El programa cambia la forma en que los jóvenes ven su futuro y les muestra el camino y les da la confianza para alcanzar grandes metas en su vida”, dijo.

“En su gran mayoría (los graduados) tienen empleo y hemos logrado entusiasmar a muchas empresas que al ver los resultados del programa generosamente abren sus puertas para que puedan trabajar ahí”, añadió Ricardo Poma.

Recalcó que los beneficiarios reciben seguridad y apoyo emocional ya que al cumplir los 18 años no están pensar “qué van a hacer”.

“Salen bien preparados para un trabajo lo cual no se daría sino tuviéramos este programa. Salen con mucha seguridad personal ya que no solo reciben herramientas técnicas sino apoyo emocional, apoyo personal para identificar los problemas que pueden tener y que salgan más sólidos no solo en la parte técnica sino en la personal”, finalizó.