El economista enfatizó que con la adopción de la nueva metodología para medir el crecimiento de la economía “todos los indicadores expresados en términos del PIB se quedaron cortos” y no descartó que “junto con la actualización de la cuentas nacionales se lleve un poco de flexibilización para abrir un poco más el espacio para endeudarse”.
La propuesta del Gobierno toma una dirección contraria a la recomendación del Fondo Monetario Internacional (FMI), que en su última revisión de la economía salvadoreña instó a endurecer la meta de reducción de endeudamiento contenida en la Ley de Responsabilidad Fiscal para la Sostenibilidad de las Finanzas Públicas y el Desarrollo Social (LRF).
A juicio de la misión técnica del Fondo, que visitó el país entre el 5 y 16 de febrero de este año, se puede imponer una “meta de endeudamiento de mayor alcance” en la LRF, que establezca un límite inferior al 50 % del Producto Interno Bruto (PIB) y no el 65 % actual.
“La meta operativa debería ser recalibrada en función de la sostenibilidad de la deuda. Asimismo, deberían introducirse mecanismos correctivos predeterminados, por ejemplo, las condiciones de activación de cláusulas de escape”, señaló el FMI en su informe.