La Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades) sostiene que al cuarto mes de 2021 los indicadores de la banca salvadoreña son sólidos, pero que preocupa una mayor exposición como prestamista de corto plazo para el Gobierno.
Las inversiones financieras de la banca se están concentrando en Letras y Certificados del Tesoro (LETES y CETES, respectivamente), incluso a un ritmo mayor que el de préstamos.
Pedro Argumedo, economista e investigador de Fusades, dijo que previo a la pandemia la exposición de los bancos ya era importante, pero que tras la emergencia sanitaria, cuando se redujo la reserva de liquidez del sector, permitió que el rubro ayudara a financiar el subsidio de $300 para familias afectadas.
“Eso (el subsidio) se financió con la capacidad del sistema bancario, incrementó la exposición de los activos de los bancos con las finanzas publicas”, dijo el economista.
Hasta marzo de 2021, los bancos del sistema tenían una disponibilidad de fondos de $19,585 millones, pero en LETES los bancos tienen cerca de $1,000 millones y una cantidad muy similar en CETES.
Si el sistema financiero sigue aumentando la posesión de títulos valores del gobierno, se baja la disponibilidad de los bancos para gestionar préstamos que ayuden a impulsar la etapa de reactivación.
Debemos tener en cuenta que previo a la pandemia la exposición de la banca a LETES y CETES era importante, con la pandemia se elevó”, Pedro Argumedo, Economista de Fusades
“Entre CETES y LETES vemos un ascenso acelerado, es un vencimiento a menos de un año que ya llega a $2,460 millones y descontando un pago anticipado que se generó hace algunas semanas. Es algo que el país nunca había tenido”, valoró José Andrés Oliva, economista de Fusades.
Pese al fuerte embate de la pandemia en la economía en 2020, la banca fue uno de los sectores que logró maniobrar mediante una buena gobernanza y gestión de riesgos, y se mantiene firme. En su análisis, Fusades destaca la robustez de varios indicadores aún cuando se resiente una desaceleración del crédito.
“El sistema bancario, en promedio, continuó registrando apropiada capitalización y mora baja a marzo de 2021. El coeficiente patrimonial registra 15.1 %, siendo mayor al requerido en la Ley de Bancos (12 %). Esto permite apoyar una mayor expansión de la cartera crediticia en fase de recuperación o soportar pérdidas no previstas derivadas del impacto del covid-19”, destaca la entidad en su Informe de Coyuntura Económica.
Sin embargo, en los últimos meses, el sector enfrenta un problema adicional debido al incremento del riesgo país medido por el Indicador de Bonos de Mercados Emergentes (EMBI, por sus siglas en inglés).
El riesgo se mantiene al alza tras la destitución de los magistrados de la Sala de lo Constitucional y del fiscal general de la República, una medida que incluso mantiene enfrentado al gobierno con la comunidad internacional.
Venezuela es el país más endeudado con 304 %, Belice con 127 %, le siguenBrasil y Argentina, y después el FMI coloca a El Salvador con un 88.2 %”, José Andrés Oliva, Economista de Fusades
“El EMBI antes de la pandemia estaba por encima del promedio de América Latina, pero por un margen estrecho; en el último año el EMBI de la mayoría de países subió, pero para El Salvador el movimiento fue más pronunciado, y se mantiene bastante por encima del promedio latinoamericano y del de otros países. Acontecimientos internos se reflejan en los movimientos de este indicador, incluyendo el golpe a la institucionalidad del 1 de mayo de 2021. Si el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional no se firma, el panorama se complica”, agregó Fusades.
Deuda salvadoreña es la quinta más grande de Latinoamérica
Según el análisis del FMI, en América Latina la deuda pública bruta se incrementó en 9.2% del Producto Interno Bruto (PIB), tras pasar del 68.1 % en 2019 a 77.2 % en 2020 impulsada por la primera pandemia en un siglo.
La entidad destaca que la mayoría de países de la región enfrentan presiones adicionales para ajustar las finanzas públicas, ya que 13 países reportan una deuda que supera el 60% del PIB. Sin embargo, en el caso de El Salvador las presiones llegan a niveles récord.
La deuda salvadoreña es ya la quinta más grande de Latinoamérica y se consolida como la más alta de la región centroamericana. Según los datos oficiales, el ratio de la deuda está en el 88.2 % del PIB y experimenta el cuarto mayor incremento con un ritmo de 17.2 % por año, mientras el Gobierno analiza contratar más préstamos.
Con la pandemia se dejó de lado la Ley de Responsabilidad Fiscal, la cual Fusades estima se debe retomar a partir de un acuerdo con el FMI. |
Claves de la economía en 2021
- EMPLEO: Fusades estima que el déficit de empleos en 2021 es de 100,000 puestos. Cada año 55,360 personas se suman a la actividad laboral.
- INVERSIÓN EXTRANJERA: La inversión extranjera directa en El Salvador cayó -68.4 % en 2020, y ocupó el penúltimo lugar en Centroamérica.
- ACUERDO CON EL FMI: Hay expectativas sobre el acuerdo con el FMI y que este permita cambiar deuda de corto plazo por financiamiento menos costoso.