Tras dos prórrogas al Estado de emergencia, la cuarentena domiciliar llegaría tentativamente hasta el 16 de mayo, poniendo en apuros al Gobierno ante la caída de ingresos. / DEM


La Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Social y Económico (Fusades) considera que la solicitud de nuevo financiamiento, para reactivar la economía de la recesión ocasionada por la pandemia, es “alarmante” y advierte que de aprobarse estos compromisos la deuda pública alcanzaría hasta el 91 % del Producto Interno Bruto (PIB).

“La solicitud de más deuda es alarmante dentro de la situación de vulnerabilidad en la que se encuentra el país”, indicó la institución en su posición institucional compartida este lunes, misma en la que señaló que el “tamaño de las medidas no es proporcional” en relación con la capacidad fiscal del país ni con la caída proyectada del PIB.

El Gobierno salvadoreño presentó hace dos semanas un paquete de medidas económicas, elaborado junto a la cúpula empresarial, que incluyen una solicitud de financiamiento adicional de $1,000 millones. Este plan se sumaría a los $2,000 millones que la Asamblea Legislativa aprobó al Ejecutivo para que contrarreste el golpe de la pandemia.

Fusades señaló que los $2,000 millones de financiamiento –que aún busca el Ministerio de Hacienda- elevaría el déficit fiscal de El Salvador a 12.2 % del Producto Interno Bruto (PIB) y la deuda llegaría a un 87.1 % del PIB, si todo se lograse ejecutar en 2020.

No obstante, al sumar el nuevo paquete de deuda de los $1,000 millones, el déficit fiscal se elevaría a 16 % del PIB y la deuda pública llegaría a 91 %. “Dada la fragilidad fiscal y el monto del endeudamiento que se está adquiriendo, se podría poner en peligro la solvencia futura del país”, indicó.

¿Pero qué debería hacer? La institución destacó que para un país “con grandes limitaciones en su capacidad fiscal” la “única opción viable” es la reapertura gradual de la economía, tomando los protocolos de prevención. Señaló que las medidas de apoyo a las empresa y familias “no implican” que se puedan mantener las restricciones a la actividad económica “por mucho más tiempo”.

“Urge definir una estrategia de reapertura gradual de la economía bajo nuevos protocolos de salud y de seguridad. Una estrategia exitosa es la que se puede balancear el resguardo a la vida y a los medios de subsistencia”, indicó Fusades en su posición institucional “Medidas económicas anunciadas y el financiamiento ante la pandemia del COVID-19”.