El Gobierno de El Salvador gestiona más de $1,200 millones en préstamos con organismos multilaterales, fondos que le permitirán un margen de maniobra para atender la crisis sanitaria y económica derivada de la pandemia del COVID-19.
De acuerdo con el ministro de Hacienda, Nelson Fuentes, los fondos son adicionales a los $389 millones que aprobó el martes el directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI) en el marco del Instrumento de Financiamiento Rápido para enfrentar la pandemia.
El funcionario destacó que este primer monto será depositado en las cuentas del Banco Central de Reserva (BCR) este jueves 16 de abril con los que el compromiso mediante los multilaterales alcanza los $1,609 millones.
En total, el Ejecutivo tiene el aval de la Asamblea Legislativa para gestionar nueva deuda por hasta $2,000 millones, cifra que se logrará mediante la combinación de distintas fuentes entre las que también se incluye una emisión de bonos en los mercados internacionales.
Fuentes detalló que en las gestiones en curso se tienen $20 millones con el Banco Mundial (BM) que servirán para reforzar al sector salud; mientras que con el Banco Interamericano para el Desarrollo (BID) el monto alcanza los $550 millones, repartidos en $50 millones para salud, $250 millones para atender la emergencia y $250 millones para refuerzo presupuestario. El primer tramo, de $250 millones, se prevé que esté avalado en mayo.
Adicionalmente, Hacienda trabaja con el Banco Centroamericano para la Integración Económica (BCIE) en dos créditos: el primero es por $650 millones para asegurar la disponibilidad presupuestaria y el segundo de $50 millones para el sector salud.
Fuentes explicó en la entrevista de Canal 12 que los mercados internacionales se encuentran volátiles y que, aunque se ha considerado emisiones de bonos, estas no se contemplaron por los $2,000 millones.
“El anuncio de $2,000 millones fue muy fuerte y generó mucha incertidumbre donde se mencionó que si El Salvador iba a buscar los $2,000 millones y eso no es así”, valoró el ministro sobre las reacciones que generó la posibilidad.
El ministro de Hacienda añadió que lo que buscan es lograr una mezcla y que esperan que afianzar entre $1,000 millones y $1,500 millones con los multilaterales y que el restante se espera cubrir con bonos en el mercado internacional.
“Todas la curvas subieron, todas las curvas disminuyeron, todos los países lograron estabilizar sus tasas de mercado, pero el mercado internacional para El Salvador siguió alto”, matizó el funcionario.
La confirmación de las gestiones ocurre a menos de una semana de que se conociera que los bonos en dólares de El Salvador -con vencimiento en 2050- mantienen una tendencia, la que se habría acentuado tras el aval de buscar financiamiento hasta por $2,000 millones.
Un reporte de la agencia Bloomberg reveló el lunes que los bonos salvadoreños para 2050 habían perdido 9.2 centavos tras la aprobación -el pasado 26 de marzo- del paquete de financiero, cuando pasó de los 80 centavos a los 70.24 centavos al cierre de marzo.
Deuda pasará del 80% del PIB
Fuentes confirmó que la deuda con relación al Producto Interno Bruto (PIB) alcanzará el 80 %. Actualmente el indicador se mantiene en el 72 %, pero subirá tras completarse el cupo de $2,000 millones autorizado por el legislativo, el cual equivale a ocho puntos porcentuales, situación que agravará el déficit fiscal.
Sin embargo, el ministro sostiene que la proporción incluso puede superar el 80 % debido, a que con la contracción prevista del PIB el peso de la deuda se incrementará. “Resulta que nuestro PIB va a caer porque habrá una recesión económica que pasa como mi denominador es menor $25,000 millones no me va a dar 80 % del PIB me va a dar más”, argumentó
En ese sentido adelantó que eso obliga a que entre 2021 y 2024 se tengan que aplicar medidas que ayuden a disminuir la deuda, pero que por ahora se tendrán que hacer reformas a la Ley de Responsabilidad fiscal, primero garantizar la atención de la salud pública, la atención a la población vulnerable e impulsar la reactivación de los sectores más pequeños, renovar la actividad productiva.
El Salvador recibe la crisis del coronavirus con un problema debido a su alto nivel de deuda y su histórico bajo crecimiento, condiciones que ponen en entredicho su capacidad de pago y le obligan a a transparentar y hacer muy eficiente el gasto, además de buscar opciones de apalancamiento en mejores condiciones.
De acuerdo con el economista Carlos Acevedo, expresidente del Banco Central de Reserva (BCR), el mundo enfrenta la mayor recesión desde la Gran Depresión y con una capacidad de maniobra limitada. Mientras que Ricardo Castaneda, investigador del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi), sostiene que previo a la crisis del COVID-19 el país una situación fiscal de “sobrevivencia”.