La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA, por sus siglas en inglés) celebró la suspensión del cobro de $3.50 en concepto de "tarifa agropecuaria" para los boletos aéreos en El Salvador.
Mediante un comunicado la entidad sostuvo que "agradece al gobierno de El Salvador por la eliminación de la tarifa" y de la disponibilidad de las autoridades para debatir temas sensibles para la industria.
Vemos positivamente la apertura del gobierno a través del Ministro de Agricultura y Ganadería, David Martínez, de escuchar a la industria sobre el impacto que tendría esta tarifa en un momento tan difícil para el sector", Peter Cerdá, Vicepresidente Regional para las Américas de IATA
El ejecutivo recalcó que debido al importante rol que desempeña el transporte aéreo en la recuperación socioeconómica, "el trabajo en equipo con el gobierno es más necesario que nunca ante la coyuntura del covid-19”.
La IATA también valoró de manera positiva la disponibilidad de diálogo de las autoridades locales para ejecutar acciones para mantener la seguridad fitosanitaria, pero sin generar riesgos para el sector.
"El ministro Martínez indicó que pondrá en marcha un diálogo que permita establecer mecanismos para balancear la seguridad fitosanitaria del país con la reactivación de la aviación. La industria manifestó su disposición de contribuir con sus conocimientos y mejores prácticas globales para este fin", agrega la fuente.
El martes por la noche, Martínez, confirmó que se dejaba sin efecto el cobro de la nueva tasa aeroportuaria, la que sería pagada por cada pasajero a su ingreso al territorio salvadoreño a través del Aeropuerto Internacional de El Salvador San Óscar Arnulfo Romero.
El cobro había sido aprobado por el exministro del ramo, Pablo Anliker -actual viceministro de Agricultura-, y su objetivo era financiar los servicios de administración y operación de los binomios caninos, y el tratamiento de los desechos sólidos internacionales y los decomisos de materiales fitosanitarios en la plataforma aeroportuaria.
Cerdá resaltó que hay un compromiso de parte del presidente Nayib Bukele "de mantener competitivo y sostenible al transporte aéreo para aprovechar al máximo los beneficios que aporta al desarrollo nacional".
Según la IATA, con acciones como esta, el gobierno salvadoreño reconoce la importancia estratégica de la aviación.
Se estima que hasta antes de la pandemia el sector aportaba 116,000 empleos y $1,100 millones al Producto Interno Bruto (PIB).
La entidad ve en esta apertura en una oportunidad para hacer más eficiente al sector y de continuar con esa misma apertura para abordar importantes temas para el reinicio, tales como la aceptación de pruebas de antígeno como opción para viajeros que llegan al país.
Actualmente El Salvador exige que los viajeros que ingresen al territorio por vía aérea cuenten con una prueba PCR-RT con resultado negativo tomada al menos 72 horas antes de su ingreso, un tipo de prueba que puede ser hasta tres veces mayor que la de antígenos.
A finales de marzo, la Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma (CEPA), administrador del aeropuerto San Óscar Romero, informó en un comunicado que el Gobierno, además de las PCR, también dio el aval para presentar resultados negativos de las NAAT o de las LAMP para el ingreso a territorio salvadoreño, "siempre y cuando estas hayan sido emitidas en un plazo no mayor a 72 horas de anticipación a su arribo".