La industria textil de El Salvador trabaja en un plan de recuperación en un año marcado por la pandemia del covid-19 y de una histórica caída en los flujos de exportaciones de prendas, como impacto de casi tres meses de inactividad.
El sector espera recuperar algo del terreno perdido y centra sus esperanzas en un repunte de la demanda del mercado estadounidense, el principal destino para las exportaciones del rubro.
La industria cerró el primer semestre del año con exportaciones totales de $698.7 millones, un 46.6 % menos que en el mismo período del año pasado.
Patricia Figueroa, directora ejecutiva de la Cámara de la Industria Textil y Zonas Francas (Camtex), explicó que aun cuando la economía estadounidense resiente una baja de actividad, hay un repunte en la demanda por las ventas en línea y una mayor compra de ropa deportiva, una de los puntos fuertes de la producción local.
“La gente compra menos vestido para ir trabajar, está trabajando en casa, todo lo que se llama ‘leisurewear’, esa ropa cómoda, de tejidos especiales, está en crecimiento”, dijo.
Mauricio Rodríguez, coordinador de Comercio e Inversión de Camtex, explicó que los tres meses de inactividad por la cuarentena restaron competitividad de cara a las grandes temporadas del comercio en EE.UU., pero que el rubro se adecua para recuperar algo del terreno perdido.
El ejecutivo dijo que la región está acostumbrada a prepararse para abastecer por temporadas. “A raíz de tres meses detenidos en los que solo hacíamos insumos médicos, muchas de las empresas que inician operaciones están trabajando con pedidos de invierno y verano del próximo año (son seis meses de producción adelantada)... estamos viendo que el repunte es positivo para poder abastecer la temporada de invierno que es fuerte en EE.UU. (que va de noviembre a enero) y luego el sector queda con toda la producción como hemos tenido durante el año ya planificada y esperamos que no vuelva a suceder (una cuarentena total)”, dijo.
Figueroa explicó que en conversaciones con algunas de las empresas del sector se destaca el incremento, aunque reconoce: “lo que no pudimos hacer es por que no estábamos abiertos porque ese nicho no se cayó, la gente seguía comprando eso (ropa deportiva y casual)”.
Añadió que ve interés de parte del Gobierno en acompañar sus esfuerzos por generar señales de continuidad.
Añadió que Camtex facilitó el diálogo de las empresas del sector con las principales asociaciones de EE.UU. como el National Council of Textile, el American Apparel and Footwear Association (AAFA), la industria de la moda, representantes de marcas y accionistas, una conferencia que además contó con la participación del secretario de Comercio e Inversión, Miguel Kattán, y la ministra de Economía, María Luisa Hayem.
Figueroa explicó que estos acercamientos permiten dar a los compradores una predictibilidad y confianza para el establecimiento de contratos, incluso de señales para eventuales nuevas inversiones en el país, que no es el único jugador del sector en el área ya que compite con Guatemala y Honduras, además de otros países relevantes en Asia.
Zonas francas refuerzan operaciones sanitarias
Junto con las empresas del sector, los operadores de las zonas francas también han incrementado sus inversiones en protocolos sanitarios para bajar el riesgo de contagio. Voceros de El Pedregal (La Paz) y American Park (La Libertad) explicaron que han invertido en nuevas infraestructuras para establecer griparios para atender casos sospechosos de coronavirus.
René Ramos, gerente general de Grupo Aristos (American Park), explicó que durante la cuarentena construyeron un gripario con capacidad para atender 4,000 consultas mensuales.La zona franca es una de las más grandes del país, y en ella laboran unos 12,000 operarios.