Los gastos adicionales que genera la ineficiencia en la cadena de suministros en El Salvador impone a los exportadores un costo que representa el 115 % del valor de la mercancía que envían al extranjero, revela un estudio de la Red de Investigadores del Banco Central de Reserva (Redibacen).

Especialistas del Centro de Trámites de Importaciones y Exportaciones de El Salvador (CIEX) presentaron la semana pasada la investigación “Implicaciones de la entrada en vigencia del Acuerdo sobre Facilitación del Comercio (AFC) en los costos del comercio exterior de El Salvador”.

El AFC se firmó en 2013 como el primer acuerdo multilateral logrado por la Organización Mundial del Comercio (OMC) y promueve medidas para simplificar los procesos comerciales de todos sus Estados miembros, incluyendo El Salvador. Sin embargo, a casi dos años de haber entrado en vigor, aún hay medidas que el país no ha logrado concretar, entre ellas la transparencia de información para importación y exportación, así como documentación expedita de transporte.

De acuerdo con Erlinda Martínez, autora de la investigación, estos factores ocasionan costos ocultos para el comercio salvadoreño y sus principales socios. El estudio estima que los costos ocultos representan, en promedio, el 115.7 % del valor de la mercancía a exportar. Es decir, por cada $1,000 que se envían al extranjero, los empresarios incurren en un gasto adicional de $1,157 por la ineficiencia.

 

Los costos ocultos

Los costos ocultos del comercio, explicó Martínez, “están relacionados a la incertidumbre sobre el tiempo que pueden demorar los procedimientos administrativos”, como trámites, licencias, pagos, requisitos y otros costos monetarios en los que incurren los empresarios para realizar operaciones de comercio exterior.

No obstante, los costos varían de acuerdo al socio comercial. Con Guatemala, ronda el 49 % del valor de la mercancía, mientras en Honduras es el 51 %. El costo del intercambio con Japón ronda el 215 % debido en parte a la distancia y a la falta de articulación de las aduanas para acelerar el comercio entre ambos países, destaca el estudio.

Marielos Quintanilla, investigadora de CIEX, concluyó que para reducir estos costos, “es necesaria la participación coordinada de las instituciones involucradas en las exportaciones e importaciones, para eliminar pasos que no generan valor agregado y restan competitividad”.

Explicó que una mejor infraestructura física y tecnología en aduanas mejoraría el flujo comercial en un 0.47 %; mientras que un incremento del Ingreso Nacional Bruto Disponible (INDB) de solo 1 %, incrementaría el intercambio en un 0.45 %. Sin embargo, reducir costos sería la acción más determinante, puesto que al bajarlos en 1 %, el comercio aumentaría en 0.71 %.

Por el contrario, un aumento en costos del transporte y tarifas administrativas de agentes aduanales, tramitadores y gastos de documentación significaría un retroceso de 2.06 % en el intercambio comercial.