Incluso antes de que se detectara el primer caso del covid-19, El Salvador comenzó a establecer medidas para controlar el avance del virus al punto de declarar cuarentena domiciliar obligatoria en marzo, que luego se pospuso hasta agosto.
En las cuarentenas solo se permitió la operación de sectores considerados esenciales y el resto del aparato productivo quedó suspendido. Como consecuencia, las empresas comenzaron a despedir o suspender contratos, mientras que el sector informal vio una drástica caída de sus ingresos por la prohibición de circular.
Un sondeo telefónico del observatorio Cómo Vamos encontró que los hogares del área metropolitana del Gran San Salvador sufrieron una caída de sus ingresos del 66 %. Esta región incluye 14 municipios como Soyapango, Mejicanos, Santa Tecla, Ciudad Delgado, Ilopango, San Martín, entre otros.
Emprender en crisis.
El mismo sondeo encontró que la pandemia del covid-19 empujó al 9 % de los hogares a emprender para recuperar los ingresos económicos.
En ese contexto, la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económica (Fusades) inició ayer la Semana Global de Emprendimiento 2020. Este evento se realizaba anteriormente de manera presencial, pero este 2020 contempla jornadas digitales del 16 al 22 de noviembre.
Dicho evento es un movimiento mundial que reúne a 180 países y más de 35,000 actividades. En El Salvador, Fusades a través de su Programa de Innovación Tecnológica (PROINNOVA) es anfitrión.
En este contexto es importante destacar que el sector emprendedor en El Salvador necesita un amplio acceso a financiamiento e inversiones para poder desarrollarse. Además, para competir a nivel regional, se debe optar por desarrollar negocios que aprovechen las herramientas digitales y nuevas tecnologías en diferentes industrias”.
Fusades
Comunicado
Innovación.
La innovación ha sido una de las principales debilidades para los emprendimientos en El Salvador y la mayoría desarrolla modelos de subsistencia.
Fusades reconoció que el país logró avanzar en el Índice Global de Innovación 2020, elaborado por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), en 16 puestos al pasar del peldaño 108 de 2019 al 92 en 2020. Sin embargo, advierte que existen fallas en cuanto al desarrollo de inversión pública y privada para la investigación, que luego conduce a pocas tecnologías y nuevos productos de emprendedores locales.
La misma debilidad se encuentra en el Índice Global de Competitividad, donde El Salvador solo obtiene 16 de 100 puntos posibles en el pilar de innovación y esto se debe a la baja conexión de internet de banda ancha.
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