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Guatemala, Honduras, El Salvador y Costa Rica son los cuatro países del Sistema de Integración Centroamericana (SICA), que mantienen la prevalencia de subalimentación en un promedio de tres años (2016-2018), de acuerdo al último informe, “El estado de la Seguridad Alimentaria y la Nutrición en el mundo 2019: Protegerse frente a la desaceleración y el debilitamiento de la economía”, generado por la FAO, IFAD, World Health Organization (WHO), World Food Programme, y UNICEF.

Alrededor de 7.2 millones de personas son subalimentadas, lo que equivale a un 11.9% de los habitantes de la región que poseen una alimentación insuficiente en cantidad o calidad. En la región, en Honduras, Guatemala y El Salvador, al menos 1 de cada 10 personas sufren inseguridad alimentaria grave; y 4 de cada 10 sufren inseguridad alimentaria moderada.

Según este Informe, la desigualdad de ingresos aumenta la probabilidad de sufrir inseguridad alimentaria; y este efecto es un 20% mayor en el caso de países de ingresos bajos frente a países de ingresos medianos.

De acuerdo al informe, en los últimos tres años 2.8 millones de la población de Guatemala han enfrentado inseguridad alimentaria grave, que equivale a un 16.4% de la población en general del país, y 7.4 millones de personas inseguridad moderada; en Honduras ha sido 1.6 millones de personas con alimentación insegura grave y 4.6 millones de moderada; mientras que El Salvador, ha mantenido un 12.7% de la población con inseguridad alimentaria y 2.5 millones de personas en inseguridad moderada.

¿Qué podemos hacer ante esta situación?

El informe recomienda que para asegurar una transformación estructural inclusiva, es necesario de esfuerzos para reducir la pobreza, que garantice al mismo tiempo la reducción de las desigualdades de género y la exclusión social de la población, para la mejora de la Seguridad Alimentaria y la Nutrición.

De acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Seguridad Alimentaria es una situación que se da cuando todas las personas tienen, en todo momento, acceso físico, social y económico a suficientes alimentos inocuos y nutritivos para satisfacer sus necesidades alimenticias y sus preferencias en cuanto a los alimentos a fin de llevar una vida activa y sana.

 

Prevalencia de subalimentación en Centroamérica y República Dominicana, promedio de 3 años, 2016-2018.