Para lograr un mayor crecimiento y desarrollo social, El Salvador debe centrar sus políticas públicas en las primeras etapas de la vida humana, invirtiendo más y mejor en los infantes de cero a nueve años, aseguraron expertos durante el V Foro Informándonos, organizado por la Fundación Rafael Meza Ayau (FRMA).
El cónclave, que reúne a las organizaciones no gubernamentales, se realiza desde 2014 enmarcado en el eje de Formación Social de la FRMA, que busca crear espacios para compartir conocimientos.
Este año, el foro está centrado en “Educación temprana, la clave para El Salvador”, en apoyo a la propuesta de políticas públicas del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en El Salvador, titulada “Invertir en nuestros niños: el norte común”.
Roberto Murray Meza, presidente de la FRMA, aseguró que el 35 % de la población salvadoreña se encuentra entre los cero y ocho años. De este segmento, los menores de tres años son los menos atendidos, puesto que el país invierte sólo un 0.03 % de su Producto Interno Bruto (PIB) en ellos, frente al 2 % del ideal global, según el estudio de UNICEF.
“Una de las cifras más críticas nos indica que del segmento entre cero y tres años, el 98 % no reciben ningún tipo de educación inicial pública o privada. Esto deja en evidencia la relevancia que tiene actuar de manera contundente para incrementar la inversión a la primera infancia”, agregó.
Asimismo, destacó que “el no invertir en la niñez y sus familias, puede traer graves consecuencias como no contar con personas calificadas para enfrentar retos tan importantes como la conducción del país”.
Jere Behrman, profesor de economía de la Universidad de Pensilvania, añadió durante su intervención que “el costo de no actuar en la primera infancia es mucho más grande que el de invertir en este segmento de la población”.
Globalmente, existen 249.4 millones de niños y niñas en situaciones de vulnerabilidad, que perderán hasta el 26.6 % de sus ingresos en la adultez por esta desatención, explicó.
Educación baja y desigual
Pablo Zoido, especialista en Educación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), aseguró que El Salvador ha avanzado en el número de matrículas; pero muchos no logran completar la educación básica.
La inversión pública destinada a la educación llegó al 16% en 2016, cercano a la media regional de 17 %. Sin embargo, como porcentaje del PIB, solo alcanzó el 3.4%, respecto al 4.8% en Latinoamérica, manteniéndose además estancada desde 2009, añadió.
Asimismo, indicó que el 65 % de los niños con mejores condiciones económicas terminaron la secundaria, frente al 15 % de los más pobres que lograron culminar este grado en 2014.