Las estadísticas oficiales indican que llegaron a $1,575.2 millones al primer semestre, con un crecimiento de $396.9 millones contra el mismo período de 2019.
La entidad recalca que sistema financiero se mantiene sólido durante la pandemia; incluso, entre marzo y junio -durante el confinamiento para frenar la pandemia- el sector se afianzó como el principal financista del Gobierno para la colocación de Letras del Tesoro (Letes) y Certificados del Tesoro (CETES).
Para René Arce, socio director de EY El Salvador, la banca será clave en el proceso de recuperación.
Arce explicó que las pequeñas y medianas empresas (pymes) enfrentan un problema de continuidad y sobreviviencia, sin ventas, pero con costos fijos por cubrir incluso con el riesgo de contar con productos que probablemente no serán atractivos para cuando se establezca “la nueva normalidad”.
“En esta etapa es importante que las pymes conozcan todas las alternativas disponibles, por ejemplo los préstamos de emergencia con bajas tasas de interés que vienen de organismos internacionales”, explicó.
Agregó que también hay disponibilidad en créditos del Banco de Desarrollo de El Salvador, fondos que son parte de los $600 millones que el Gobierno y la Asamblea Legislativa aprobaron para ayudar al sector.