Industrias Apícolas Don Álvaro tiene una historia de casi 30 años. Pasó de ser un importante exportador de miel de El Salvador a dirigir toda su producción al mercado doméstico.
La compañía, de origen familiar, tiene presencia en todas las cadenas de supermercados y, además, ha sabido acomodarse a los nuevos tiempos, amplió sus líneas de producción y ahora incluye lácteos y embutidos. También, desde hace dos años, incursionó en el negocio del agroturismo con la Granja Don Álvaro.
Empujada, en parte, por las ideas de la tercera generación de la familia, la empresa busca consolidar un negocio que ya genera 30 empleos directos y se ha convertido en un emergente punto de interés en la carretera que conecta a San José La Majada con la ciudad de Juayúa, en la cordillera Apaneca - Ilamatepec.
Jaime Díaz, apoderado legal de la empresa y nieto del fundador de Don Álvaro (Álvaro Díaz), explica que el concepto de la granja nació apenas como un punto de exhibición de productos, pero en la misma semana de inauguración se vieron en la necesidad de abrir más servicios, ante una demanda cada vez mayor.
Proyecto familiar
Ahora es un restaurante al aire libre, una ventana que muestra cómo funciona una granja, mientras sigue siendo un canal de distribución de los productos que se elaboran bajo la marca que creó su abuelo.
“Iniciamos con una casita roja y 20 m2 de grama porque iba a ser una tienda de paso, que la gente pasara, se comprara una cuajada y viera de dónde salen los lácteos”, dijo Díaz, que reconoce que en apenas cinco días tuvieron que poner mesas y empezar a ofrecer un menú por la misma demanda de los comensales.
El negocio tiene una vista imponente de la cordillera de occidente y se ubica al pie del cerro El Pilón, una zona famosa por la producción de café que consideran tiene potencial para seguir desarrollándose.
A inicios del siglo, Don Álvaro exportaba casi toda su producción a mercados como el alemán y el regional, pero ahora solo atiende la demanda local. |
“Nosotros lo consideramos como un proyecto de agroturismo, un concepto productivo abierto al público. No es una granja fingida, les enseñamos cómo es una granja en realidad. Usted llega y ve las vacas comiendo, es como la realidad del campo enfocado en el turismo”, explicó el empresario.
Mucha gente, dice, les visita y recuerda cómo era su vida en el pasado en un ambiente donde se encuentran tractores antiguos y se puede incluso alimentar a los terneros en determinadas horas del día.
Nuestra idea era una tienda de paso que se viera de dónde salían los lácteos, pero como también producimos café la gente empezó a pedir más servicios”, Jaime Díaz, Representante Legal de Don Álvaro
La pandemia del covid-19 tomó por sorpresa a la familia, que estaba trabajando en mejorar la granja ante una creciente demanda de visitantes. Díaz dijo que el negocio de lácteos no fue afectado por las cuarentenas, pero que el turístico si se paralizó, tiempo que usaron para planear la reapertura en donde invirtieron en crear más espacios y asegurar distanciamiento entre las mesas.
Ahora el siguiente paso es coordinar esfuerzos con otros emprendedores de la zona para fortalecer el interés del turista en la zona y de ayudarles a conocer cómo se produce parte de lo que llega a su mesa.
Tres datos que debe conocer
- PRODUCCIÓN: Parte de la miel se recoge en apiarios en las faldas del volcán de Izalco. La empresa tiene su planta de procesamiento en Sonsonate.
- DIVERSIFICACIÓN: Ahora fabrica otros productos como jaleas, mieles saborizadas, jabones, embutidos, además de otros alimentos como carne de conejo.
- COMPRA LOCAL: En La Majada la empresa busca apoyar el impulso de nuevos negocios enfocados en el turismo, más allá de la producción de café.