La ruta hacia la reactivación de la economía se enfrenta con varios desafíos. Tras el paro preventivo por el riesgo de contagio de covid-19, los países ahora trabajan en el diseño de políticas efectivas para apalancar una proceso de reactivación que no representa el regreso a como estaban antes de la pandemia, sino de una nueva normalidad.
César Falconi, representante del Banco Interamericano para el Desarrollo (BID) en El Salvador, dice que la crisis provocada por la pandemia del covid-19 es generada por un shock en la demanda y la oferta. El especialista sostiene que los planes de fomento requieren de varios frentes para evitar que los daños a la economía se profundicen.
El economista cree que para ello es clave impulsar un plan de reapertura escalonada.
El funcionario participó ayer del Encuentro de Líderes Empresariales que organizó la Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI), donde varios especialistas compartieron opiniones sobre el efecto de la pandemia en las economías y medidas para encaminar a una nueva normalidad.
De acuerdo con Falconi, el BID está dando seguimiento a las medidas de respuestas implementadas en la pandemia. El economista recalca que el covid-19 es una crisis que no se parece a otras que el mundo ha tenido que enfrentar como una guerra, problemas en los mercados financieros o perturbación en el negocio de petróleo, ya que los países se enfrentan a un shock tanto por el lado de la oferta como de la demanda.
Explica que un desafío para todos los países es que el espacio fiscal limita los estímulos necesarios. En América Latina, dijo, -en promedio- el nivel de la deuda llega a 73 % del PIB como resultado de las respuestas ante la pandemia.
“Muchos países tendrán menos espacio para programas de inversión pública por eso se limita el potencial de crecimiento a menos que se dé un repunte de la inversión privada”, anticipó.
Claves para encaminar la economía tras el choque
En el corto plazo, deben establecerse protocolos de bioseguridad y un franco diálogo público y privado, además de un incremento de la capacidad de testeo y rastreo de casos de covid-19.
También se debe poner atención a mipymes y crear planes de financiamiento y programas de liquidez para mantener el nivel de empleo. Además de intervenciones segmentadas y precisas, como el apoyo a la digitalización y adecuación de los modelos de negocios para las pymes, un impulso a la formación de talento digital y apoyo a la industria 4.0.