El 1.4 % de la capacidad de generación de la central geotérmica de Berlín se utiliza para el minado de bitcoins.
El dato fue confirmado por Daniel Álvarez, presidente de la Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa (Cel), a la AFP la semana pasada quien explicó que se han destinado 1.5 megavatios (MW), de los 107 que tiene de capacidad total de la central, para el proyecto piloto.
Estamos tomando 1.5 megavatios para iniciar este primer paso con el tema de la minería de bitcoin”.
Daniel Álvarez
Presidente de la Cel
El funcionario no brindó detalles de la inversión estatal ni de las ganancias obtenidas por la operación de los equipos.
La geotérmica de Berlín es una de las dos centrales que usan este tipo de tecnología para la producción de electricidad en El Salvador. Está en operación desde 1999 y no recibe nuevas inversiones (ampliaciones) desde 2007.
En septiembre pasado se instaló dentro de la central un contenedor con 300 “mineros” (procesadores) con los que el Estado busca apuntalar la idea de producir bitcoins con energía 100 % renovable, un tema aplaudido entre la comunidad de bitcoiners, pero que genera dudas sobre el impacto en la matriz energética local, la cual todavía es deficiente.
Gustavo Cuéllar, técnico especialista de la Cel, explicó que los equipos están operando y se encuentran “minando datos”. Se llama “minado de bictoins” al proceso en el que potentes computadoras resuelven problemas matemáticos complejos dentro de la red blockchain que aloja a la criptomoneda y que ayudan a escribir el registro de operaciones de la misma.
Los equipos más rápidos en resolver los problemas se adjudican nuevas unidades bitcoins, una tarea sin descanso que demanda una gran cantidad de electricidad muchas veces a partir de fuentes contaminantes como carbón o derivados del petróleo.
Valoraciones
Carlos Martínez, profesor de Ingeniería Eléctrica de la Universidad de El Salvador, explicó que el tema se debe revisar con detenimiento ya que parte de anuncios hechos por el presidente no se conocen detalles en público.
“Estoy muy preocupado de lo que puedan llegar a hacerse con la planta y esto parte de una gran mentira que el presidente dijo que se había encontrado un pozo con capacidad para 95 MW y que la industria del minado iba a invertir y se iba a desarrollar”, valoró.
Sostuvo que, por ahora, el impacto de la capacidad asignada no genera riesgos para el país, pero que si esta crece sí puede poner en peligro a todo el sistema ya que elevaría los precios para el consumidor.
La energía geotérmica requiere de grandes inversiones para investigación y desarrollo, pero tras su entrada en operación provee de una fuente confiable y de “cero emisiones”, un tema que atrae a industrias como el minado de bitcoins.
“A la industria del minado le interesa la imagen que proyecta hacerlo con geotermia, por ser renovable, sus emisiones de CO2 son bajas si se compara con derivados de petróleo o carbón”, dijo.
El problema radica en que si no se hacen nuevas inversiones y se destinan más MW para la minería el país necesitará de otras fuentes para completar su demanda.
Martínez explicó que, en internet, el precio unitario de los equipos ronda los $6,000, pero que estos oscilan según el bitcoin. Añadió que el Estado podría haber invertido unos $2 millones solo en la compra de los 300 mineros en Berlín, eso sin contar costos de licencias, transporte y adecuación del contenedor donde están funcionando.
Contrario a lo que muchos creen la actividad no es intensiva en mano de obra, pero requiere de supervisión especializada y conexión estable a la internet.
El especialista de la UES consideró que la actividad como tal no tiene grandes beneficios si se desarrolla a pequeña escala y que, fuera de grandes inversiones en Venezuela, el trópico no es el destino ideal para este tipo de proyectos por las altas temperaturas. Destacó que incluso en China, la actividad se desarrollaba en zonas frías.
Agregó que el caso de Venezuela es importante, ya que se desarrolló un mercado negro alrededor de la actividad.
Impactos
Álvaro Trigueros, economista y director del Departamento de Estudios Económicos de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades), explicó el mes pasado que el país aún es deficitario y que la geotermia representa cerca del 20 % de la energía, mientras que las importaciones son cerca del 21 %.
Trigueros también explicó que El Salvador no hace nuevas inversiones en el sector desde 2007 y dijo desconocer de los avances de un plan para identificar nuevas zonas de producción en Chinameca y San Vicente, los que serían financiados por el Banco Mundial para impulsar al rubro.
El economista sostiene que también existen dudas por el impacto que la llegada de inversiones de este tipo puedan generar en la estructura de precios para el consumidor final, además de otras de carácter ambiental.
“Cualquier proyecto intensivo en consumo de electricidad, como la minería de bitcoin, pondrá en estrés el sistema eléctrico, puede generar escasez de electricidad, aumento del precio de la energía e incrementará la huella ecológica de El Salvador”, dijo.
También sostuvo que si se instalan inversiones de este tipo deberían pagar tarifas de mercado y no deberían aplicarse subsidios que a la larga pagaría la población salvadoreña con impuestos.