Los agricultores de maíz afectados por la sequía ya empezaron a vender sus milpas como alimento para ganado, indicó ayer la Asociación de Productores de Leche de El Salvador (Proleche), quien advirtió que si la sequía se prolonga, el sector no tendrá capacidad de almacenar pasto para el verano.
Algunas zonas de El Salvador sufren de una sequía severa desde el 22 de junio y ayer se reportaron hasta 32 días sin lluvias en gran parte de San Vicente, Usulután, La Unión, Morazán y de Cabañas, indicó el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN).
Alfonso Escobar, presidente de Proleche, afirmó que, por el momento, no “están pasando hambre las vacas” porque “de una u otra manera la comida diaria se está solucionando” con la compra del zacate obtenido de las milpas que no lograron desarrollarse.
“Con lo poco que ha llovido (...) tenemos para que coman (el ganado) cereal y en las zonas donde ha llovido menos se ha comprado el forraje, o sea, la planta que no llenó el grano para alimentar el ganado. Los que han perdido los primeros tres meses han sido los cerealeros”, manifestó.
Aunque de momento no se reporten daños en el sector lechero, advirtió Escobar, los efectos de la sequía se reflejarán en el verano, ya que si no llueve los productores no tendrán capacidad de almacenar zacate para la temporada seca. Durante el invierno, los ganaderos cultivan para alimentar cada día a sus hatos y para armar reservas que utilizan durante el verano.
“Hasta el momento está en dudas si vamos a tener algo. Está en duda porque todavía queda agosto, septiembre y octubre, que son tres meses en los que pudiera comenzar a llover y con dos meses y medio tenemos suficiente para poder a volver sembrar”, acotó el líder de Proleche.
En esa misma línea, Mario Miguel Espinal, presidente de la Asociación de Ganaderos de El Salvador (AGES), explicó que debido a la experiencia de 2015, cuando el sector perdió hasta $10 millones también por la sequía, los productores preparan silos para enfrentarse a una eventual falta de lluvias durante el invierno, los cuales han estado utilizando este año para alimentar los bovinos.
“Nosotros podemos estar aguantando por lo menos 15 días porque de continuar ya estaríamos volviendo al 2015, que fue bastante extensa la sequía que tuvimos. Las pérdidas radican por el momento en los cultivos”, comentó el líder de la gremial.