La batería más grande de Centroamérica para almacenar energía solar, Albireo Power Reserve, en Usulután.


Neoen El Salvador, una sociedad de la francesa Neoen, se afianza como el generador renovable con el grupo de baterías más grande de Centroamérica con una nueva ampliación en su infraestructura para almacenamiento de energía eléctrica.

La compañía fue la primera en instalar una infraestructura de gran escala para el almacenamiento de energía renovable en El Salvador en febrero de 2020, en su parque fotovoltaico Capella, ubicado en Usulután, con una batería de iones de litio de 3.3 megavatios (MW) de capacidad y 2.2 megavatios hora (MWh) de almacenamiento.

Un año después, la compañía firmó un contrato de financiamiento con el BID Invest, el brazo para el sector privado del Grupo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), para agregar 11 MW en capacidad y 8 MWh de almacenamiento con dos baterías adicionales. La operación tiene el respaldo del Fondo Climático Canadiense.

Con esta nueva infraestructura, el generador manejará un portafolio con una potencia de 14 MW y 10 MWh de almacenamiento. “Somos los primeros en innovar con este tipo de solución en el mercado salvadoreño y centroamericano, y también es la operación de baterías más grande de la región”, indicó Paolo Cartagena, gerente general de Neoen en El Salvador.

Neoen dio la orden de inicio al consorcio TSK Electrónica y Gensun, quien fue seleccionado para ejecutar la ingeniería, suministro y construcción de las baterías. Cartagena señaló que se espera poner en marcha la tecnología en el segundo trimestre de 2022.

Innovación en el mercado.


El ejecutivo destacó que la instalación de esta tecnología da flexibilidad al sistema energético salvadoreño, pues permite planificar y administrar las inyecciones de energía con recursos renovables, tecnologías volátiles al depender de la naturaleza y variaciones del clima.

En el caso del parque Capella, la compañía ampliará la capacidad de la batería que instaló el año pasado y en la granja de Providencia será nueva infraestructura para servicios de reserva primaria y secundaria de energía.

Cartagena aseguró que la operación evitará 5,000 toneladas métricas de CO2 al año, equivalente a la emisión de 1,100 vehículos. Además, “aporta a la calidad de la energía en el sistema ayudando a reducir las brechas de déficit y, por ser una inversión emblemática de innovación, también hay una transferencia de tecnología”, agregó.

La sociedad inició operaciones en El Salvador en 2014 con la construcción en La Paz del proyecto solar Providencia de 101 megavatios (MW), que hizo sus primeras inyecciones a la red eléctrica en 2017, y después desarrolló Capella en Usulután con una capacidad de 140 MW.

De acuerdo con el ejecutivo, la compañía ha invertido $300 millones y sus dos parques solares abastecen el 7 % de la demanda del mercado mayorista. Además, Neoen opera la generadora -Capella- que inyecta la energía más barata al mercado salvadoreño con un precio promedio del $49.55 el MWh.

Vista de Providencia Solar, la primera planta de la compañía en La Paz.

Siete años de operación


Neoen es un generador solo con tecnologías renovables de sol, eólico y almacenamiento. En El Salvador, inició en 2014 y administra dos parques fotovoltaicos que suministran el 7 % de la demanda nacional.

  1. Capella Solar: tiene una potencia instalada de 140 MW, para suministrar 4 % de la energía del mercado mayorista y cubre la demanda de 255,000 hogares.

  2. Providencia: la primera planta que construyó fue Providencia Solar, en La Paz, que tiene una capacidad de 101 MW y comenzó a inyectar energía en 2017.

  3. Baterías: puso en operaciones la primera -y la más grande de Centroamérica- en 2020. Con la nueva inversión, tendrá una potencia de 14 MW y 10 MWh de almacenamiento.

  4. Compromiso social: invierte $10 millones en su programa de responsabilidad social empresarial en Usulután, que ejecuta con Fusal. Espera beneficiar a 1,400 familias.