José Andrés Oliva, investigador de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades), cree que la negociación en curso de El Salvador con el Fondo Monetario Internacional (FMI) es un soporte para que el precio de los bonos locales no siga deteriorándose. El Salvador anunció en marzo el inicio de las negociaciones de un acuerdo con el organismo multilateral en busca de fondos por hasta $1,300 millones en el marco de un programa de tres años para ayudar a estabilizar las cuentas fiscales acentuadas por la pandemia del covid-19.
A cuatro meses del anuncio, las conversaciones continúan, pero se ven afectadas por decisiones en materia política, económica, separación de poderes y transparencia.
“Los precios de los bonos tienen la peculiaridad de que son muy sensibles a las noticias. Cambian fuertemente. Hay cosas que los precios no reflejan como riesgos sistémicos que no cambian en el día a día. Esos cambios que vemos no reflejan fundamentos de mediano plazo, sino que son cosas del día a día, coyunturales, pero que afectan”, concluyó el economista e investigador de Fusades.