La Alianza Cacao de El Salvador logró establecer más de 5,100 hectáreas del cultivo ancestral en el país, reactivando la producción de cacao fino de aroma para el mercado local e internacional, revela el informe de cierre del programa liderado por Catholic Relief Services (CRS).

La Alianza presentó ayer los avances logrados durante la primera fase del programa, que busca colocar al país como un destino cacaotero de alta calidad, como productor de este cultivo ancestral para segmentos especializados.

Alianza Cacao es parte del programa de Asocio para el Crecimiento que El Salvador sostiene con Estados Unidos, y es ejecutada a través de Catholic Relief Services (CRS), con el apoyo de Lutheran World Relief, Cáritas El Salvador y la Liga de Cooperación de Estados Unidos de América (CLUSA El Salvador).

La primera fase del programa contó con el financiamiento de $25 millones por parte de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), Howard G. Buffett Foundation y el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA); y fue lanzada en diciembre de 2014 para ejecutarse en cinco años.

Durante este período, la Alianza ha apoyado a más de 3,200 productores, que recibieron más de 5 millones de plantas de cacao para ser cultivadas en 5,100 hectáreas, explicó Jairo Andrade, director ejecutivo del proyecto.

La meta del programa era alcanzar a 6,500 productores para cultivar 6,500 hectáreas en sistemas agroforestales; es decir, acompañados de árboles frutales varios para proveer sombra y garantizar la calidad del suelo. No obstante, indicó Andrade, los largos períodos de sequía afectaron el alcance.

“Aún hay mucho por hacer para la producción sostenible de cacao en El Salvador, pero la Alianza ha sentado las bases productivas (...) la gran celebración se espera en el futuro, cuando la cadena de valor sea autosostenible”, aseguró Holly Inurreta, representante país de CRS.

A la fecha, El Salvador importa la mayoría de su consumo en cacao. El reto, de acuerdo con Andrade, es sustituir esta importación y generar valor a nivel local, mejorando la calidad en el consumo de chocolate; así como organizar a pequeños productores para exportar a mercados especiales.

Para lograrlo, el programa promueve el uso de cacaos trinitarios ya existentes en el país, pero perfeccionados a base de cacao forastero (de África) y criollo (de Latinoamérica). El resultado, es un cacao con un sabor suave pero con diferentes aromas, y cuyo costo es más elevado que el producto tradicional.

Para Inurreta, la proyección del cultivo en El Salvador es positiva; sin embargo, es necesario que el Gobierno impulse la consolidación de la Mesa Nacional de Cacao, una pronta aprobación de la Ley del Cultivo del Cacao, y trabajar en la fase de comercialización con pequeños productores.

El nuevo director del Centro Nacional de Tecnología Agropecuaria “Enrique Álvarez Córdova” (CENTA), José Suadi, aseguró que el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), está alistando una Ley de Comercialización para acompañar a productores de cacao y otros cultivos, a través de la formación de cooperativas. A la fecha, indicó, se ha apoyado a 457 productores.

 

Logros de Alianza Cacao

 

Políticas públicas

La banca nacional abrió líneas de crédito para el cultivo; se aprobó la Política Nacional para el Desarrollo de la Cadena de Cacao y los municipios de Santa Isabel Ishuatán y Caluco ya cuentan con políticas municipales.

 

Resiliencia

Con las plantaciones de cacao se restauró la biodiversidad de varias hectáreas de bosque en 10 de 14 departamentos, aumentando la resiliencia del país al cambio climático.

 

Cacao de excelencia

El Salvador quedó posicionado como uno de los 18 mejores cacaos del mundo en el Salón del Chocolate en París, Francia, en el certamen Cacao de Excelencia 2017.