Se estima que anualmente entre 40,000 y 50,000 jóvenes cumplen la edad para integrarse a la vida laboral. En condiciones normales el país genera oportunidades para menos de 20,000, pero en la pandemia casi la totalidad del bloque se ve imposibilitada de enrolarse en un trabajo.
El proyecto “Emplea-T: Jóvenes con trabajo y seguro para todos” presentó los resultados del estudio “Mercado laboral, cadenas de valor y modelo de atención para jóvenes de empleo y emprendimiento”, un documento que no solo perfila las nuevas necesidades de capacitación sino los tiempos que demorarán las empresas en retomar la normalidad.
Mario Salinas, consultor de Servicios de Consultoría y Outsourcing -empresa a cargo del estudio-, explicó que la coyuntura actual obliga a replantear las redes y planes de capacitación para jóvenes.
Escalón señaló que identificaron que la pandemia golpeó principalmente a la pequeña empresa, donde el 85 % de los consultados dijo haber resentido el impacto de la crisis sanitaria y los cierres para prevenir los contagios, mientras que la situación afectó al 75 % de la gran empresa y al 73 % de la mediana.
El estudio fue desarrollado por Plan Internacional y Ágape de El Salvador, con financiamiento de la Cooperación Alemana, entre septiembre de 2020 y febrero de 2021.
El informe tomó como base las opiniones de 450 jóvenes y 87 empresas, una muestra repartida en 26 del sector comercio, 29 de servicios y 32 de la industria.
Dicha investigación destaca las dificultades que aún registran las empresas salvadoreñas y revela que solo un 26 % de la muestra prevé que recuperará sus negocios entre seis meses y un año, un 28 % lo estima en más de un año, mientras que para un 17 % no es posible calcular el tiempo.
Salinas dijo que dichas estimaciones son clave, ya que esto también incide en el ritmo de contratación juvenil. “Con el apoyo de los jóvenes podemos implementar otras acciones, abrirles las puertas desde las pasantías para que comiencen a generar su formación, son valiosísimos para el crecimiento de las empresas”, agregó.
El estudio arroja no solo un panorama para la reapertura de las empresas, sino los caminos que se pueden tomar para impulsar la formación de empleo juvenil en áreas de interés como ventas, mercadeo, logística, finanzas o mantenimiento, pero también de incluir en las currículas capacitación en las habilidades blandas.
El estudio destaca oportunidades para jóvenes en la producción de camarón, la industria textil, turismo, producción de fruta deshidratada y de tomate y chile dulce. |
Además, de otras condiciones para empleo decente como enfoques de género e inclusión y metodologías formativas acorde al contexto actual.
Ramón Alberto Vega, director ejecutivo de Ágape, dijo que la investigación da nuevas señales sobre la empleabilidad juvenil en un contexto distinto.
Explicó que la pandemia también afectó su operatividad y que el número de jóvenes en formación (que ronda los 7,000, en promedio) se vio reducido, de igual forma del porcentaje de los que logran un empleo.
“Antes de la pandemia andábamos arriba del 75%, durante la pandemia anduvimos cerca del 35 %, ahora estamos por el orden del 65 %. Estamos trasladando las necesidades de formación a la currícula, hacemos corridas para ver el resultado y, además, evaluamos lo que enseñamos”, dijo Vega.
3 claves del estudio
- Impactos: Las empresas encuestadas no anticipan una recuperación rápida de la pandemia. El 17 % de la muestra aún no sabe cuándo se recuperará.
- Expansión: Sin embargo, hay proyecciones para volver a emplear desde 2025. El comercio espera crecer 15 %, la industria 21 % y servicios 25 %.
- Capacidades: El estudio identifica potencial en nuevas áreas de formación como habilidades blandas en la nueva etapa tras la recuperación.