A 60 días del inicio de los esquemas de cuarentena para contener al coronavirus la actividad empresarial salvadoreña registra un notable deterioro: solo el 7 % de las empresas está operando en su totalidad.
El dato se desprende de la tercera “Encuesta empresarial sobre los impactos de la emergencia por el COVID-19 en la economía de la MIPYME”, elaborada por la Cámara de Comercio e Industria de El Salvador (Camarasal), que ya estima afectaciones para 1.1 millones de empleos, 350,000 de ellos en el sector privado. El resto son de la actividad informal de la economía.
Jorge Hasbún, presidente de la gremial, explicó ayer en Frente a Frente de la Telecorporación Salvadoreña, que el estudio toma como base las respuestas de 460 empresas socias de las que un 44 % opera parcialmente, mientras que un 49 % ya no lo hace.
La muestra está conformada por negocios de los sectores de servicio (55 %), comercio (40 %) e industria (5 %). Revela que ya hay unos 60,000 empleos perdidos entre los encuestados, cifra que extrapolada a la actividad empresarial nacional alcanza los 350,000 empleos, de ellos algunos no se podrían recuperar.
Hasbún advierte que la realidad del sector es complicado y la situación afecta principalmente a las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYME) donde hay empresas que ya perdieron todo su capital.
Las empresas consultadas confirmar pérdidas por $64 millones, pero el análisis de Camarasal calcula pérdidas diarias en la economía por $100 millones, cifra que a dos meses del apagón de las actividades ya acumula unos $5,000 millones y equivale al 18 % del Producto Interno Bruto (PIB).
“Es la realidad y en la medida que sigamos cerrados será peor”, advirtió Hasbún que considera que el reinicio gradual de operaciones supondrá un nuevo reto para la operación de los negocios. “Cuando se abra la normalidad no va a existir”, sentenció el empresario.
“(La pandemia) es un evento distorsionador de la humanidad como lo han habido otros antes y va a cambiar la forma en la que vivimos e interactuamos, eso no quiere decir que dejaremos de hacerlo”, argumentó Hasbún al afirmar que habrá que ajustar protocolos y comenzar a trabajar.
El presidente de Camarasal valoró como positivos los planes para reabrir la economía desarrollados por la Presidencia de la República y la Asamblea Legislativa, pero también urgió en la necesidad de encontrar un consenso para encontrar una ruta.
Explicó que el tema de dejar de pagar el salario crece como opción. “Lo más importante es la salud, pero es difícil pensar que cualquier empresa va a aguantar tres o cuatro meses cerrados”.
Acciones en crisis
Medidas
El país comenzó a tomar medidas de contención antes de que se detectara el primer caso. El 31 de enero prohibió el ingreso de viajeros de China.
Cuarentena
El Ejecutivo ordenó el inicio de una cuarentena domiciliar obligatoria el 21 de marzo, tres días después de identificarse el primer caso.
Restricción
El pasado 7 de mayo, anticipando un incremento de casos, la medida se reforzó para una “cuarentena especial”, más restrictiva.
Absoluta
El presidente Nayib Bukele anunció un plan de reapertura gradual desde el 6 de junio, pero sujeto a una “cuarentena estricta”.