Estados Unidos y Rusia discutieron ayer el desplome de los precios del crudo. / DEM


El petróleo volvió a hundirse el lunes y alcanzó mínimos desde 2002 por la caída de la demanda de crudo en el mundo y la guerra de precios que se intensifica entre Rusia y Arabia Saudita.

Este derrumbe es consecuencia directa de la caída de demanda atizada por la pandemia de coronavirus y una guerra de precios que se vuelve aún más intensa.

Este lunes, Riad anunció su intención de llevar sus exportaciones petroleras a un nivel récord de 10.6 millones de barriles por día a partir de mayo.

Así el barril de referencia en Estados Unidos, el WTI para entrega en mayo, terminó en $20.09, un 6.6 % por debajo de su cierre del viernes. Durante el día alcanzó los $19.27.

El Brent del mar del Norte también para entrega en mayo cerró a $22.76, en baja de hasta 8.7 %. Llegó a tocar los $21,65 durante la sesión.

Desde inicios de año, las dos cotizaciones de referencia vieron caer su precio a un tercio.

Estas cotizaciones “reflejan la creciente toma de conciencia de que la demanda de crudo se está hundiendo, probablemente mucho más allá del 20 % que preveíamos para abril y mayo”, consideraron los analistas de JBC Energy.

La demanda de petróleo es sacudida de lleno por la crisis sanitaria y las medidas drásticas de confinamiento y reducción de frecuencias aéreas adoptadas por algunos países para tratar de evitar la propagación del virus.

Más de 3,380 millones de personas viven en países o territorios donde hay exhortaciones u obligación de confinamiento. La cifra alcanza a casi 43 % de la población mundial, según un conteo de la AFP.

No hay ninguna señal de reconciliación entre Arabia Saudita y Rusia”, destacó Eugen Weinberg, de Commerzbank.

Los dos países que están entre los tres principales productores mundiales de crudo junto con Estados Unidos, se enfrascaron en una guerra de precios desde que sus negociaciones sobre un un recorte de producción para sostener cotizaciones propuesto por Arabia Saudita fracasaron a inicios de marzo.