El Salvador podría enfrentarse a más días sin lluvia este año, empeorando la situación de vulnerabilidad en que viven los damnificados de fenómenos climáticos extremos del 2018 y organismos humanitarios urgen al Gobierno establecer medidas para las regiones más afectadas.
Las organizaciones internacionales Save the Children, Catholic Relief Services (CRS), Oxfam y World Vision, realizaron un estudio para medir el impacto de la sequía y tormentas de 2018, financiados por el Star Fund, un fondo humanitario de más de 40 agencias globales, destinado a dar respuesta inmediata a crisis humanitarias.
Ludin Caballero, directora de Programas de Save the Children, aseguró que la “Evaluación de Seguridad Alimentaria y Medios de Vida” constituye una “alerta anticipada ante la situación de sequía que probablemente se presente este año, afectando no solo la producción, sino a la población”.
Los episodios de sequía de 2018 dejaron estragos en las familias de estas zonas, que “aunque son muy resilientes, sufren la reducción de su ingesta de alimentos”, y podrían verse en peores circunstancias el próximo mes, al terminar la etapa de postrera, indicó.
En lo que va del año, El Salvador ha pasado por cuatro ciclos de sequía débil en gran parte de la región oriental y central. La última, ocurrida del 9 al 14 de agosto, dejó sin lluvia a estas zonas y otras localidades del norte de Santa Ana y Chalatenango, así como la franja costera de Sonsonate.
Con la propuesta de alerta, las organizaciones buscan levantar información científica, técnica y accesible a los municipios del corredor seco para “realizar acciones de preparación para el contexto de sequía”, tanto a nivel comunitario, municipal, y de Gobierno central, agregó Caballero.
El consorcio advierte, además, que el Gobierno debe reconocer la afectación en la seguridad alimentaria de este grupo poblacional, y brindarle una respuesta integral tan pronto como el próximo mes, durante la salida del invierno que podría acelerarse.
Holly Inurreta, representante de CRS en El Salvador, asegura que presentarán este estudio a miembros del Gabinete de Gobierno y al director de Protección Civil, Orlando Tejada, para que se declare una emergencia temprana.
De no tomarse medidas y presentarse un nuevo escenario de sequía en postrera, estos grupos estarán aun más expuestos “debido a que ya agotaron sus reservas de alimentos, semillas, y otros activos familiares”, agregó.
Por ello, las organizaciones piden que se conforme una mesa técnica interinstitucional “para diseñar e implementar un plan de respuesta de corto y mediano plazo”, focalizado en los 18 municipios que contempla el estudio, y con la perspectiva de ampliarlo a los 73 municipios que componen el Corredor Seco.