El barril de Light Sweet Crude (WTI) para entrega en febrero subió $0.38 y se colocó en $62.01 en el New York Mercantile Exchange (Nymex).
En Londres, el barril de Brent del mar del Norte para marzo terminó a $68.07 tras ganar $0.23. Con las refinerías trabajando a ritmo elevado, los stocks (inventarios) de petróleo cayeron más de lo esperado en la semana cerrada el viernes pasado y se situaron en $7.4 millones de barriles, según el departamento de Energía.
“Es evidente que un repliegue de esa amplitud hizo subir los precios”, dijo Andrew Lebow de Commodities Research Group. “Eso confirma la tendencia mundial hacia una fuerte baja de los productos petroleros desde el verano” boreal, añadió.
“La cadencia de las refinerías estadounidenses se incrementó desde el verano, fueron inmovilizadas por la tormenta Harvey”, comentó Torbjorn Kjus, analista de DNB Markets.
Plataformas marítimas
Por otra parte, la administración de Donald Trump anunció un plan para habilitar la explotación de petróleo en prácticamente todas las aguas costeras de Estados Unidos.
Funcionarios del departamento de Interior estadounidense dijeron que propusieron licitar 47 zonas de petróleo y gas, lo que significa un aumento dramático respecto a las realizadas en los ocho años de gobierno de Barack Obama.
El gobernador republicano de Florida, Rick Scott, fue uno los primeros críticos de esta iniciativa que forma parte de los planes del presidente Donald Trump en centralizar la atención en la energía.
Para el gobernador Scott, el plan de la administración Trump es una amenaza para los recursos naturales de su estado.
La decisión abarca el 90 % de las aguas litorales estadounidenses y se aplicaría desde 2019 tras una moratoria de cinco años, dijo el secretario de recursos naturales Ryan Zinke en una conferencia telefónica.