El Ejecutivo se prepara para activar un nuevo apoyo para las familias afectadas por el paro preventivo de la economía para frenar el avance de la pandemia del COVID-19.
El ministro de Hacienda, Nelson Fuentes, confirmó que están trabajando en un nuevo esquema de ayuda en sustitución de la entrega del bono de $300 para 1.5 millones de familias.
El funcionario adelantó que se afinan los detalles para entregar canastas alimenticias a las familias afectadas, medida que les permitiría tener un alcance mayor que con el esquema actual de subsidio directo.
Anticipó que hasta ahora han entregado ayudas a cerca de un millón de familias, pero recalcó que este esquema es insostenible. “Capacidad para pagar tres o cuatro meses no la tiene el Estado”, enfatizó.
En ese sentido, explicó que se busca desarrollar otro tipo de apoyos como la entrega de alimentos, pero también de la creación de otro tipo de incentivos para medianas y pequeñas empresas.
El economista Carlos Acevedo explicó en un foro de Fundaungo, que el 38 % del PIB de El Salvador son salarios y que una ayuda del gobierno para cubrir los salarios caídos de un mes debería ser de $800 millones, más el 13% de los trabajadores por cuenta propia sería de un paquete de más de $1,100 millones.
“El paquete del Gobierno para ayudar a los hogares más vulnerables se habría requerido el triple. No tenemos espacio para paquetes de eso ni mucho para medidas de reactivación económica en el mediano plazo”, advirtió el economista que fungió como presidente del BCR.
Sin embargo, Fuentes anticipó que el Ejecutivo busca impulsar la creación de un fideicomiso a partir de los fondos de emergencia, el cual incluso podría constituirse en una línea de crédito con una tasa de interés de entre el 1% y 3% para apoyar al capital de trabajo del sector privado.