Los constructores anticipan dificultades mientras la tendencia al alza de los suministros se mantenga.


Además de los retrasos generados por la crisis logística, el sector construcción resiente la tendencia alcista del valor de materias primas, como el hierro, una condición que afecta la elaboración de presupuestos para proyectos.

Luis Dada, presidente de la Cámara Salvadoreña de la Industria de la Construcción (Casalco), explicó que los ajustes constantes -a la larga- impactan en la planeación de las obras.

“Las actualizaciones de precios se han convertido en un problema ya que muchos proveedores ponen una pequeña nota al final de sus ofertas donde dicen: ‘válido por 24 horas’, lo cual es prácticamente imposible porque cuando termina el presupuesto, el cliente lo evalúa, lo pasa a juntas y todo tiene respuestas meses después, no digamos cuando es un proyecto gubernamental donde pueden pasar hasta casi un año”, dijo.

Materiales como el hierro y derivados de petróleo como el PVC figuran entre los productos que más han subido. Por ejemplo, entre octubre de 2020 y octubre de 2021, el quintal del polín tipo “C” (3/4) pasó de costar $13.25 hasta los $25.75, es decir, un aumento de más del 94 %, tendencia que siguen otros insumos como el rollo de alambre, otros tipos de polines y el hierro corrugado.

Casalco destaca que el valor del cemento se mantiene relativamente estable, pero el costo de transporte (por combustible más caro) ya se refleja en su valor, como en el de agregados (arena de río, grava) e incluso ladrillos. Dada reconoció que si bien el país fabrica acero corrugado, la materia prima es importada.
Las empresas tienen que ser mucho más organizadas que antes. Tienen que pensar en la proveeduría al inicio de los proyectos y abastecerse”. Luis Dada, presidente de Casalco

Acciones.


Giuseppe Angelucci, recién nombrado presidente de la Federación Interamericana de la Industria de la Construcción (FIIC), dijo que algunos países ya evalúan acciones para buscar soluciones ante este escenario complejo.

“Evalúan soluciones para pasar este espacio. Una construcción puede pasar mucho tiempo, uno prevende o precontrata y luego se desarrollan las obras. Es difícil subir precios en caso de ventas o aumentar el valor del arrendamiento si hay un acuerdo. Los precios suben y es difícil vincularlos todos”, matizó.

Angelucci dijo que entre las medidas figura el retiro del IVA. Advierte que, si la situación sigue agravándose, será urgente intervenir.

“Si el gobierno central no toma medidas, por lo menos para los proyectos en proceso o que no han sido prevendidos, puede suceder un problema a la hora de comercializarlos o a la de terminarlos porque no les va a alcanzar el dinero, hay prestamos de por medio con limitantes”, dijo.



Las medidas, explicó, ayudaría a paliar una situación que, en el peor de los casos, puede provocar la parálisis de los proyectos.

“Deberíamos ir evaluando, como otros países, medidas compensatorias para el constructor, contratista y desarrollador inmobiliario y se puede paliar el problema porque es peor que se deje de construir porque cesan los trabajos y el movimiento económico que está detrás de la construcción que es enorme”, advirtió.

El sector de la construcción aún no se recupera de la caída en 2020 cuando su desempeño se hundió hasta un -15 %, mientras todavía buscaba resarcir las secuelas de crisis de 2008. Según datos de Casalco, se espera que el cierre de 2021 se logre una avance del 7 %, mientras que la expectativa de crecimiento se fija para 2022.

“La idea es que 2022 esperemos mucha inversión pública y privada. La construcción es un motor importantísimo para la generación de empleo”, dijo Dada que reconoció se hacen gestiones con instituciones gubernamentales y municipales para darle un mayor impulso al rubro el próximo año.