La lucha de poderes entre el Ejecutivo y la Asamblea Legislativa, que conllevó a la presencia de militares en el congreso, podría ocasionar un deterioro en la economía salvadoreña si esa tensión continúa, advierten economistas.
El pasado 9 de febrero, militares ingresaron al Salón Azul de la Asamblea Legislativa como medida de presión para que los diputados aprobaran un préstamo de $109 millones para el Plan de Control Territorial.
Estos hechos ocurrieron justo cuando las calificadoras de riesgo Moody’s Investors Service y Fitch Ratings se encontraban en el país para realizar una evaluación de la economía nacional a solicitud del Ministerio de Hacienda para que se mejorara el perfil crediticio de El Salvador. Pese a la tensión ocasionada entre el Ejecutivo y el Legislativo, “no prevemos que haya una disminución en la calificación país”, aseguró María Luisa Hayem, ministra de Economía (Minec).
Tampoco se prevé “un impacto en la economía” porque “esperamos que este impasse no sea una excusa para avanzar en el crecimiento”, comentó en la entrevista de Noticieros Hechos, de Canal 12. Sin embargo, economistas consultados por Diario El Mundo aseguraron que si la tensión continúa sí habrá un deterioro en el crecimiento económico.
Luis Membreño, de la firma Luis Membreño Consulting, no espera que haya un decrecimiento económico y prevé que se mantenga la proyección de un 2.5 % para 2020 anunciada por el Banco Central de Reserva (BCR). No así, consideró, “se perdió la posibilidad de tener un mayor crecimiento durante 2020”.
El economista consideró que si la tensión política continúa sí “pondría en duda las posibilidades que la economía mejore”. Desacuerdos entre el Ejecutivo y Legislativo “pueden haber” pero “la cosa es cómo se resuelven” porque “la crítica más grande está en un rompimiento institucional”, sumó.
Por su parte, Rommel Rodríguez, analista de la Fundación Nacional para el Desarrollo (Funde), explicó que “en rigor debemos esperar ver la evolución de las variables en el tiempo” ya que por ahora es prematuro vislumbrar un efecto. Explicó que será “ex post” la evidencia que muestre el comportamiento de los indicadores económicos, como ocurrió en Nicaragua cuyos efectos agudizaron un año después la crisis.
“Si esta tensión se mantiene, obviamente sí se va a traducir en un deterioro de la economía. Esperemos que no suceda y que todas las instituciones del Estado se respeten”, sumó.