La producción de leche en El Salvador se encuentra en crisis por el incremento en el precio de los concentrados, usados para alimento de las vacas, más el exceso de productos importados a menores precios que los locales, advirtió la Asociación de Productores de Leche de El Salvador (Proleche).
Alfonso Escobar, presidente de la gremial, explicó que los productores lecheros están vendiendo el ganado porque la alimentación de las vacas se ha vuelto insostenible ante el incremento de precios del maíz y la soya, además de otros insumos agrícolas y el combustible.
Esto provoca que “haya cierta escasez de leche fresca”. “El que quiere producto fresco, salvadoreño, no está encontrando suficiente porque el ganadero definitivamente no puede con los costos y ya se está ahogando”, indicó Escobar.
Las vacas se alimentan principalmente de maíz y soya, los cuales han duplicado el costo en los últimos meses como consecuencia del encarecimiento generalizado de los productos y de los combustibles.
El alza en los precios es una crisis que trasciende fronteras: inició a mediados de 2020 cuando las economías se reactivaron y comenzaron a demandar productos, pero se enfrentaron con que las grandes navieras vendieron sus buques más viejos para aprovechar el alza del acero y pensando que el confinamiento sería más largo.
Esto generó escasez de contenedores y un incremento en los fletes marítimos que, en algunas rutas, se cuadriplicó. La perspectiva es que la situación se regule hasta 2023, dentro de dos años.
“Los costos tanto del concentrado como del combustible son a nivel mundial, pero el problema es que a los ganaderos no nos han nivelado precios desde hace tiempo y las importaciones han venido presionar que esa nivelación no tenga su curso natural”, manifestó Escobar.
El que quiere producto fresco, salvadoreño, no está encontrando suficiente porque el ganadero no puede con los costos y ya se está ahogando”. Alfonso Escobar, presidente de Proleche
Una crisis anunciada.
En 2020, Proleche advirtió que los ganaderos comenzaban a disminuir el concentrado de las vacas, clave para la producción de leche, y si no había un incremento de precios comenzarían a cortar las planillas. “Es lo que está ocurriendo, muchos están vendiendo el ganado y están sacando a la gente”, agregó Escobar.
Por años, el sector lechero se viene quejando que el exceso de productos importados impide a los productores salvadoreños que puedan competir porque usualmente ingresan al país con menor precio.
Los datos del Banco Central de Reserva (BCR) confirman que las importaciones de leche y productos lácteos aumentan cada año, y solo entre enero y agosto de 2021 representaron $198.6 millones, equivalente a un 14.2 % de incremento interanual contra los $173.7 millones reportados en el mismo período de 2020.
Las mayores importaciones de lácteos se realizan a Nicaragua con compras de hasta $121.2 millones a agosto de 2021, seguido de $27 millones a Costa Rica. Al país también ingresan productos de Estados Unidos con $19.6 millones y de Honduras con $12.2 millones.
El presidente de Proleche destacó que el sector asumió por años una baja rentabilidad porque los productores
“disfrutan ser ganaderos”, pero “ya no es sostenible”.
Promesas del gobierno al sector
- Reunión
Tras el anuncio de una marcha del sector de ganaderos, el Ministerio de Agricultura se reunió con productores para asegurarles que apoyará la producción local.
- Investigación
Se comprometió a la creación de la Ley de Sanidad Vegetal, así como a fortalecer la Dirección de Ganadería para crear un centro de investigación del sector.
- Control
El MAG indicó que se fortalecerían sus laboratorios para garantizar el cumplimiento de las normativas de calidad respecto a las importaciones.