El sector caficultor advierte que el período para sembrar nuevos cafetos está por agotarse y pide un plan para avanzar en la renovación del parque cafetero en la siembra de hasta 2021.
En El Salvador la renovación del parque cafetero depende en su mayoría de la entrega de plantas e insumos agrícolas por parte del Gobierno, pues los productores no tienen recursos. Cada año, el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) distribuye cafetos, pero este 2020 se retrasó y los viveristas se han quedado con más de 16 millones de plantas.
Tras las advertencias del gremio de viveristas por el riesgo de perder las plantas, el presidente Nayib Bukele le ordenó al ministro de Agricultura, Pablo Anliker, encontrar una solución. De esa forma, el MAG acordó la semana pasada -en una reunión con el sector- que pediría un refuerzo presupuestario a la Asamblea Legislativa para comprar los cafetos.
Sin embargo, la Asociación Cafetalera de El Salvador (Acafesal) advirtió que los productores se quedan cortos de tiempo porque el período para que la siembra sea “exitosa” es de mayo a julio por el inicio de la temporada lluviosa. Plantar después de agosto “se puede pero hay riesgo” de perder la planta y la inversión en insumos, señaló Omar Flores, presidente de la gremial.
La gremial afirmó además que “los caficultores no poseen recursos financieros para cultivar plantas en este momento”, por lo cual propone que se planifique la renovación del parque cafetero para la siembra de 2021 sobre la base de entrega de plantas y creación de líneas de financiamiento blandas.
Por su parte, Noé García, representante del gremio de viveristas, confirmó que decidieron preparar los cafetos “por una promesa” del Gobierno de que este año se apoyaría a la caficultura. Incluso, adquirieron préstamos con bancos y con usureros para “subsistir”, pero, con los retrasos en las compras por el brote de la pandemia, “el tiempo ha sido nuestro enemigo” y algunos productores han reducido el mantenimiento de las plantas al mínimo o las han abandonado.
García estimó que según el presupuesto que pediría el MAG se comprarían 10 millones de plantas. “Si lo hacemos esta semana es muy probable que se logre, pero si ya pasamos, por lo menos 15 de agosto, ya es prácticamente imposible que un productor se arriesgue a sembrar porque corre el riesgo de perder toda la inversión y la planta”, indicó.
El representante del gremio advirtió que si se entregan las plantas que tienen por hoy hasta 2021 se corre el riesgo también que los cafetos se apropien de la tierra y cuando se trasplanten no se logren sembrar o el período de vida será más corto entre los cuatro y cinco años, cuando debería producir por más de una década.
Sin embargo, García consideró que si no se apoya al sector “la mayoría” de los viveristas caería en quiebra y no podría continuar produciendo en los próximos años “a menos que se dé una garantía” que se les comprará las plantas.
Las plantas perdidas
Para Acafesal si no hay planificación, la caficultura seguirá sumergida en crisis. Su presidente explicó que los gobiernos anteriores entregaron cerca de 50 millones de plantas pero la producción no aumentó como se esperaba porque los productores no le dieron mantenimiento ya que no tenían recursos.
Si se hubiera dado mantenimiento, calculó, la producción ya superaría los dos millones de quintales. Contrario a ello, los datos oficiales del Consejo Salvadoreño del Café (CSC) indican que la cosecha 2019-2020 se redujo 226,105 quintales al llegar a 724,240 quintales, un 24 % inferior frente al ciclo anterior que cerró con 950,345.
“¿Entonces qué pasó con las plantas que regalaron? Se perdieron porque la gente no tuvo recursos para mantenerlas. Tiene que ser planificado, si se da plantas se debe dar líneas de crédito para sembrar”, sostuvo.