El martes 21 de septiembre el riesgo país de El Salvador alcanzó los 10.65 puntos, lo que marca un nuevo récord histórico.
El EMBI (Emerging Markets Bonds Index o Indicador de Bonos de Mercados Emergentes) es un indicador clave para conocer la salud y las perspectivas futuras de las economías. En el caso salvadoreño, está con tendencia al alza desde mayo, despegado del comportamiento de otras economías de la región que mantienen niveles similares a los de antes de la pandemia.
El indicador, calculado por el estadounidense JPMorgan Chase, sirve como base para establecer, por ejemplo, el interés que puede pagar una nueva emisión soberana.
El EMBI permite calcular el interés que podría pagar una nueva emisión soberana tomando como referencia los Bonos del Tesoro de EE.UU. |
El año pasado, entre el 8 y el 28 de abril, el indicador se mantuvo sobre los 10 puntos base, pero alcanzó su peor registro los días 16 y 21 cuando llegó a 10.29.
Un mes después -luego de estabilizarse en la banda de los 9.11 y 9.99 puntos- volvió a superar la barrera de los 10 puntos y el 20 de mayo llegó a los 10.49, unas 16 décimas menos al valor alcanzado el martes.
Sin embargo, hay diferencias en cuanto a la percepción del riesgo. En 2020, las rachas al alza eran comunes para todas las economías. La mayoría de países buscaba mecanismos para frenar los contagios, activaron las cuarentenas y algunos salieron a buscar fondos para financiar programas de emergencia.
JPMorgan Chase mide el riesgo de El Salvador desde octubre de 2007 cuando se estrenó en 1.69 puntos, una época en la que era ligeramente inferior a la de Panamá (1.46). Al 22 de septiembre de 2021, mientras el indicador de riesgo para El Salvador alcanzó los 10.65 puntos, el de Panamá estaba en |
La mayoría de países volvió a nivel prepandemia, pero en El Salvador el alza es dominada por la coyuntura política desde la instalación de la Asamblea Legislativa para (2021-2024) y de decisiones como la destitución de los magistrados de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia y del fiscal general, la puerta a la reelección inmediata del presidente y la implementación de la Ley Bitcoin, sumado a otros factores económicos como la degradación de la calificación por Moody’s y del estancamiento de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
“(El EMBI) puede seguir subiendo en los próximos días -o en los próximos meses-, dependiendo de cómo evolucione. Lo que queda cada día más claro es que un acuerdo con el FMI básicamente no está en el panorama de corto plazo y creería que es muy dudoso en 2022”, valoró el economista Luis Membreño.
Ricardo Castaneda, economista sénior del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi), agregó que se han acumulado varios factores como la Ley Bitcoin. “Creo que lejos de tranquilizar a los inversionistas, les genera mucha incertidumbre”, dijo.
Si ponemos en la balanza qué es más preocupante para los inversionistas, está el tema de la reelección, son más cambios en las reglas del juego que la Ley Bitcoin”, Ricardo Castaneda, Economista senior del Icefi
Añadió que el hecho de tener el EMBI en niveles vistos solo en la pandemia es muy crítico. “Este indicador es para mí de alerta porque el Gobierno salvadoreño sigue necesitando financiamiento”, valoró.
“Si no se tiene un acuerdo con el FMI, significa que la opción es colocar bonos internacionales, pero ahora el costo sería muy alto y no es al azar si no por las decisiones que se han tomado desde los diferentes órganos del Estado”, finalizó.