Robert Mugabe, de 93 años, renunció ayer como presidente de Zimbabue, indicó el presidente del Parlamento Jacob Mudenda en una sesión extraordinaria, poniendo fin a 37 años al frente del país.

“Yo, Robert Mugabe; entrego formalmente mi dimisión como presidente de la República de Zimbabue con efecto inmediato”, declaró Mudenda al leer, bajo los aplausos, la carta de renuncia del jefe de Estado.

La noticia fue anunciada en una sesión extraordinaria del parlamento convocado para debatir una moción de destitución de Mugabe, que controló todos los aspectos de la vida pública en Zimbabue desde su independencia en 1980.

El anuncio fue festejado en las calles de la capital con un concierto de bocinazos y gritos de alegría.

“Estoy tan contenta de que Mugabe se haya ido, 37 años bajo su dictadura no es una broma”, dijo Tinashe Chakanetsa, de 18 años. “Tengo esperanza por un nuevo Zimbabue dirigido por el pueblo y no por una persona”, dijo.

La renuncia pone fin a una semana de incertidumbre sin precedentes que comenzó cuando los militares tomaron el control tras la destitución por Mugabe del vicepresidente Emmerson Mnangagwa y sus esfuerzos para colocar a su esposa Grace al frente del país.

Aplaudido en 1980 como héroe de la independencia, Mugabe fue progresivamente abandonado por los fieles de su régimen.


Mnangagwa, probable presidente interino

Precisamente Mnangagwa, de 75 años, será nombrado probablemente hoy presidente interino, según el partido gobernante, ZANU-PF.

El vicepresidente fue destituido el 6 de noviembre, por instigación de la primera dama, Grace Mugabe, con la que competía para suceder al presidente, de 93 años.

La expulsión de este fiel del régimen de Zimbabue, provocó la intervención de las Fuerzas Armadas, que controlan el país desde el 15 de noviembre.

El ya expresidente había ignorado todos los llamados a que se apartara del poder, e incluso afirmó el domingo por la noche, en un discurso televisado, que presidiría el congreso del partido en diciembre.

Desde el inicio de la crisis, las voces se multiplicaban para exigir la salida del decano de los jefes de Estado activos en el mundo: el ejército, la calle y su propio partido, el Zanu-PF.

Por su parte EE.UU. calificó de “momento histórico” la renuncia de Mugabe.

“Zimbabue tiene una oportunidad extraordinaria de tomar un nuevo camino”, declaró ayer el secretario de Estado, Rex Tillerson, en un comunicado. “Felicitamos a todos los zimbabuenses que han dado a conocer en forma pacífica, pero claramente, que ha llegado la hora del cambio”, agregó.

Militares y civiles ondearon sus pedidos de renuncia tras seis días de presión contra el “dictador” zimbabuense. / AFP


Bocinazos y festejos en Harare tras renuncia

Los zimbabuenses festejaron ayer con bocinazos y alegría en las calles de Harare la noticia de la renuncia del presidente Robert Mugabe luego de 37 años en el poder.

La renuncia pone fin a una semana de crecientes presiones sobre el expresidente de 93 años, temido por muchos ciudadanos que vivieron bajo su orden represivo.

“Estamos sólo muy contentos que las cosas estén por cambiar”, dijo a la AFP Togo Ndhlalambi, un peluquero de 32 años.

“Nos levantábamos cada mañana esperando este día. Este país vivió tiempos difíciles”, añadió. Luego de una semana de incertidumbre política, los zimbabuenses reaccionaron con alegría.