Las mayores caídas del salario se observaron en los meses en que la canasta básica de alimento reportó incrementos históricos.

A Juan Martínez una tarde de junio le llegó un correo donde le avisaban que su salario mensual sería reducido 50 % por tres meses debido a los ajustes que realizaba la empresa para adaptarse al confinamiento por el covid-19. Pérez no tenía otra opción que aceptar si quería mantener su empleo en un momento que se reportaba la pérdida de miles de puestos de trabajo.


Como Pérez, cientos de salvadoreños se sometieron a reducciones de salarios, suspensión de contratos o despedidos en 2020 cuando se implementó el esquema de cuarentena domiciliar que redujo la actividad económica al 20 % y supuso el cierre temporal -en algunos casos definitivo- de empresas consideradas no esenciales.


Como resultado de estas medidas, los trabajadores perdieron más de $205 millones en salarios y remuneraciones, detalló ayer la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades).


Los patronos del sector público y privado reportan cada mes al Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS) la planilla de sus empleados, así como el salario que devengan. Fusades señaló que estos datos, actualizados a noviembre de 2020, evidencian que la pandemia del covid-19 afectó más que la crisis financiera de 2009.


Pedro Argumedo, del Departamento de Estudios Económicos de Fusades, detalló que la masa salarial del sector privado acumuló $3,774 millones entre enero y noviembre de 2020, un saldo que fue $306 millones inferior a los $4,080 millones que habían recibido los trabajadores en 2019.


El panorama cambia para los trabajadores del sector público que registró un aumento de la masa salarial en $101 millones al acumular $1,622 millones entre enero y noviembre. De esa forma, la pérdida de salarios y remuneraciones del total de cotizantes al ISSS fue de $205 millones a noviembre pasado.




El empleo comenzó a recuperarse con la reapertura.

Menor salario, menor demanda.


El salario promedio mensual de los trabajadores comenzó a reducirse en abril de 2020, un mes después de que se implementara la cuarentena.


Los datos oficiales indican que el salario promedio mensual de los trabajadores era de $505 en marzo y alcanzó el monto mínimo en mayo por $467, equivalente a $39 menos que los $506 pagados en el mismo mes en 2019.


Luego comenzó a mostrar incrementos hasta llegar a $508 en noviembre pasado, lo cual está relacionado con la reapertura económica. Pese a que los salarios muestran cierta recuperación, explicó el economista de Fusades, la demanda sigue comprimida.


El consumo de los hogares salvadoreños representa cerca del 85 % del Producto Interno Bruto (PIB) de El Salvador. Significa entonces que, si las familias tienen menores ingresos, reducen la demanda de productos y servicios de las empresas.




Vemos que todos sectores económicos están en terreno negativo y es porque la demanda interna está golpeada (…) Esta información nos está diciendo que hay un fuerte golpe en la demanda del país, a pesar que hemos tenido más remesas, y no podemos compensar el shock que está en proceso todavía”.
Pedro Argumedo
Economista de Fusades



El Salvador necesitará crear más de 94,000 plazas en 2021.


A noviembre pasado, el empleo seguía en terreno negativo y mostraba una contracción del -4.6 %. La institución aún reportaba una pérdida de 39,000 empleos, tras sufrir caídas de más de 70,000 cotizantes del ISSS en los meses de mayor confinamiento.


Sumando los más de 50,000 salvadoreños que cada año salen al mercado a buscar empleo, Fusades advirtió que para 2021 en el país se tendrán que crear unas 94,500 plazas para cubrir esa demanda.


La institución detalló que la mayor pérdida de empleos formales se registró en la cadena de comercio, restaurantes y hoteles con una reducción de 16,382 plazas. Luego se encuentra la industria con una baja de 9,964, profesionales y técnicos mostraron una reducción de 7,095 y la construcción bajó 3,962.