El vicepresidente de Estados Unidos, Joseph Biden, se los dijo a los mandatarios de Guatemala, Honduras y El Salvador, durante la investidura de Jimmy Morales como nuevo presidente de Guatemala.
Tristemente, los países centroamericanos son percibidos como naciones violentas, con institucionalidad frágil, con un elevado nivel de inseguridad. Los tres países tienen alerta de viaje de Estados Unidos y los principales países europeos.
Un 50 % de los $750 millones de la Alianza para la Prosperidad se desbloqueará solo cuando el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, certifique que los países están “dando pasos para combatir la corrupción”, fortalecer las instituciones y promover los derechos humanos, entre otras reformas.
La corrupción es en gran medida, madre de muchos de esos males; policías, jueces, diputados, funcionarios corruptos, son una realidad constante en nuestras naciones. Pero lo peor es que muchos de esos funcionarios corruptos, en todos los niveles, siguen impunes. Ese es el origen del condicionamiento estadounidense.