Finalmente la Asamblea Legislativa alcanzó un acuerdo para elegir un nuevo Fiscal General de la República, tras más de un mes de que el cargo había quedado vacante. Se trata de Douglas Meléndez Ruiz, un abogado con experiencia dentro de la propia institución.

Los desafíos del nuevo titular del Ministerio Público son inmensos. En un país donde la impunidad ha sido tradicionalmente la reina de la realidad nacional, es necesario revertir esa terrible realidad. Es especialmente grave la situación de homicidios, de estructuras criminales que controlan territorialmente el país a su antojo y de la carencia de autoridad.

Pero además, el Fiscal General tiene ante sí el enorme reto de demostrar su independencia, capacidad y valentía para procesar a aquellos funcionarios investigados por la sección de Probidad de la Corte Suprema de Justicia, algo que su antecesor apenas tocó.

El nuevo funcionario puede decidir entre ser el más poderoso del Estado u otro fiscal más que pasa por el cargo sin mayor legado. Meléndez puede decidir entre ser un funcionario comprometido con su pueblo, con las leyes y la Constitución, o ser un instrumento más de la partidocracia y los poderes fácticos.

El desafío es inmenso y la sociedad estará vigilante sobre la actuación del nuevo funcionario.