El usuluteco Álvaro Germán Ibarra Torres, mejor conocido como Álvaro Torres, se sinceró con el periodista Camilo Egaña, en su programa de entrevista en CNN, donde habló sobre las pasiones que su música despierta en sus seguidores: “El que sigue mi música lo hace porque es esencial para su alma”, comentó el artista.

El “último romántico” aprovechó de revelar la causa de su desaparición de los escenarios por muchos años: “Entre esa divulgación de mi imagen y mi trabajo, el único que se interponía era yo. Yo rehuía de hacer vídeos, de hacer fotos. Yo tenía miedo a las masas. Me intimidaban tanto que no trabajaba a gusto y acabó por vencerme durante 20 años, que fueron prácticamente mi ausencia, huyendo de esos públicos masivos y los perdí. Los he perdido, porque sí -no es tarde- pero ya pasaron muchos años”.

Pese a su retiro, aseguró, sus fans mantuvieron el aprecio por su música y hasta lo transmitieron a las siguientes generaciones. Esto lo pudo comprobar en 2013 en Cuba, luego el cálido recibimiento, tras su primer concierto en la isla, que reunió a unas tres mil 500 personas.

“No pasó el tiempo por ahí. Mis canciones son tan queridas y cantadas como en los ochenta. Los papás fueron trasladándolas a sus hijos. Pude ver, en estos conciertos, hasta cuatro generaciones”, relató Torres.

De estas experiencias Torres colecciona historias maravillosas de gente que le ha contado anécdotas con su música: “Una chica de La Habana me contó que ella -cuando tenía alrededor de 10 años-, escuchó en la radio que anunciaban la nueva canción de Álvaro Torres. En ese momento ella tenía que salir a un paseíto con sus papás. Ellos la estaban esperando afuera, pero decidió quedarse hasta que saliera la canción. Los papás la terminaron dejando. Luego de 15 minutos le llegó, a ella, la noticia que sus papás se acababan de accidentar en el camino y murieron. Ella se salvó por quedarse escuchando mi canción, era ‘Ángel caído’”.