“Llegó el día de liberarme para el resto de mi vida de una espada de Damocles: soy positivo al VIH”, explicó la diva barbuda de 29 años en su página Instagram.
“Esto no tiene interés para la opinión pública pero un examigo me amenaza con revelar públicamente esta información personal (...) no doy a nadie el derecho a influenciar así mi vida”, agregó.
Conchita Wurst, que luego de ganar el concurso se convirtió en un icono de la causa homosexual en el mundo, agregó “esperar dar coraje y hacer un nuevo gesto contra la estigmatización de la gente” portadora del VIH.
Conchita, cuyo verdadero nombre es Tom Neuwirth, precisó que su familia conoce “desde el primer día” sus seropositividad.
“Estoy bien de salud y soy más fuerte, más motivado y más liberado que nunca”, aseguró precisando que contrajo el virus “desde hace varios años y que se encuentra debajo del umbral de detección”.
El travesti que arrasó en el festival Eurovisión
Tras su aplastante victoria en Copenhague, Conchita ha ganado bastante popularidad a nivel internacional, convirtiéndose en la cantante europea del momento y en uno de los mayores iconos de la Comunidad LGBTI.
Ha tenido actuaciones en el Crazy Horse, en el Life Ball y en muchas marchas de Orgullo Gay, se ha presentado en el Parlamento Europeo y en las Naciones Unidas con Ban Ki-moon, en la pasarela de Jean Paul Gaultier, en la alfombra roja de los Globo de Oro y en los Premios de la Música Amadeus Mozart 2015 en Austria, donde ganó tres galardones.
En diciembre del 2014 Google la hizo protagonista de las pantallas de Times Square en Nueva York al ser la número 7 en el ranking de búsquedas del buscador en ese año.