Pasado un cuarto de hora de las 9:00 de la noche, bajo un luminoso diamante blanco y decenas de triángulos de luces que brillaban- a veces en colores cálidos y a veces en colores fríos- orbitando sincronizados sobre el escenario, bailando al ritmo de la música; apareció el cantante español Alejandro Sanz vestido de negro entre tonadas con sabor a jazz, cantando “El Silencio de los cuervos”.

“Buenas noches, ¿Cómo están? Me da mucho gusto verles. Han pasado unos cuantos años, pero aquí estamos de nuevo en este estadio Mágico González. Para nosotros es un honor y un placer volver a este sitio y poder cantarles esta noche. Gracias por la oportunidad de cantarles de nuevo”, saludó cariñoso el artista a su público cuscatleco y añadió: “Espero que disfruten del concierto. Lo vamos a dar todo para que ustedes lo pasen bien, que son los importantes aquí. Qué Dios me los bendiga mucho.”.

La velada- que finalizó a las 11:05 de la noche- transcurrió veloz con el delicioso repertorio que mezclaba las canciones que lo hicieron popular en sus inicios y las nuevas parte de su disco “Sirope” que lanzó en mayo del 2015. En su momento, Sanz apareció cantando “No me compares” con la bandera de nuestro país entre sus manos, lo cual emocionó a la asistencia. Lo mismo ocurrió cuando el compositor salió a escena con la camiseta de la leyenda del fútbol salvadoreño, Jorge “El Mágico” González.

La visita del cantante fue aprovechada por la secretaria de Inclusión Social de El Salvador, Vanda Pignato, quien le entregó a Sanz una copia del proyecto Ciudad Mujer, el cual brinda atención en diversas áreas a las féminas salvadoreñas, el sábado previo al concierto.

 

El gran toque salvadoreño

La mancuerna de artista cuscatlecos, Shaka y Dres fueron los encargados de estrenar el escenario. Entraron con mucho “feeling” cantando “Pobre la María”, “Ella como yo”, “Tu y yo” y “Patria de Maíz”. Esta última canción fue cantada con el pretexto, según el dúo: “Para hacer un llamado para que no sigamos exportando salvadoreños y que aquí podamos tener las condiciones para vivir dignamente”.