Los miembros de la realeza británica están rodeados de lujos y tienen una vida llena de comodidades. Pero tal parece que algunos de sus miembros están dispuestos a llevar una menos ostentosa y adaptarse a una vida cotidiana como cualquier otra persona.
Así lo ha dejado ver la princesa Beatriz de York, de 30 años de edad, una de las nietas de la reina Isabel II, y quien sorprendió al optar por utilizar el servicio de Uber para transportarse.
La hija de Andrés, duque de York y de Sarah Fergunson, tomó un Uber a su llegada al aeropuerto internacional de la ciudad de Los Ángeles, Estados Unidos. Beatriz dejó de lado los carruajes en los que se desplaza su abuela y mostró que su condición de realeza no le impide poder vivir un estilo de vida de una persona común.
Al parecer la prima de los príncipes Enrique y Guillermo pretendía pasar desapercibida en la ciudad californiana; sin embargo, no superó la astucia de los paparazzi que lograron identificar su presencia. Beatriz abordó el vehículo como cualquier simple mortal, ella misma abrió la puerta del automóvil y el conductor seguramente ni se enteró que llevaba a la nieta de la monarca británica.