Residente, por su parte, que llegó con nueve nominaciones al Grammy, sumó dos trofeos: mejor álbum de música urbana por “Residente”, su ambicioso trabajo inspirado en el estudio de su genoma, y mejor canción urbana por “Somos anormales”.
“El arte no tiene que ver con cifras, nosotros los artistas no somos cifras, no somos datos”, así que “dejen de poner cantidad de seguidores, cantidad de views y comiencen a hablar de música”.
Su álbum lo llevó a varios rincones del planeta para grabar con Lin-Manuel Miranda, el creador del éxito de Broadway “Hamilton” y que resultó ser su primo; pero también con el guitarrista Bombino de Burkina Faso, con músicos de la ópera de Pekín, cantores de Tuva en Siberia o la tribu ghanesa dagomba.
El dominicano Vicente García se impuso como mejor nuevo artista, mejor canción tropical con “Bachata en Kingston” y mejor álbum cantautor con “A la mar”, su trabajo en el que se pasea con comodidad entre la bachata y el reggae y que produjo Eduardo Cabra, Visitante de Calle 13.
Shakira, que llegó con seis nominaciones, se ganó el mejor álbum vocal pop contemporáneo con su “El Dorado”.
“Por los Dreamers”
Los Grammy Latino se otorgan por votación de los miembros de la Academia Latina de la Grabación, que el miércoles hizo un homenaje a Alejandro Sanz como persona del año.
El jueves, tocó a Juan Luis Guerra entregar a Sanz ese Grammy de reconocimiento a su carrera, que el español dedicó a “estos chicos que viven en este país hace muchos años y están aún en una situación ilegal, los dreamers”.
Sanz se sumó así a la defensa de los 700.000 inmigrantes sin papeles, la mayoría latinoamericanos, llegados de niños a Estados Unidos que el gobierno de Trump amenaza con expulsar tras derogar en septiembre el programa que los protege de la deportación.
En medio de la interpretación de un popurrí de sus temas más conocidos, el autor de “Corazón partío” dijo que lleva “media vida tratando de tirar los muros”, en clara alusión a otra promesa de campaña de Trump.
“Por cada piedra un soñador”, repitió una y otra vez Sanz. “Dreamers”, gritó, y fue secundado por un coro formado por jóvenes dreamers, con los que se fusionó en un emotivo abrazo al finalizar su actuación.
La categoría de mejor canción rock resultó dividida entre el argentino Andrés Calamaro y los colombianos de Diamante Eléctrico.
El colombiano Juanes se impuso con “Mis planes son amarte” como mejor álbum pop rock. La chilena Mon Laferte ganó por su parte un Grammy Latino en la categoría de mejor canción alternativa con “Amárrame”.