Salma Hayek nunca le contó a Antonio Banderas sobre los abusos a los que Harvey Weinstein la sometió.

Y al escuchar la noticias, años después de la filmación de “Frida”, tomó el teléfono y la llamó para preguntarle por qué nunca le contó nada: “trataba de protegerme”.

Hayek fue una de las víctimas del otrora todopoderoso productor, capaz de destruir una carrera.

“He trabajado con Harvey Weinstein, ha producido películas en las que yo he estado, pero no era consciente de aquello”, dijo el actor español en una entrevista telefónica con la AFP.

“Cuando surgió el asunto de Salma lo primero que hice fue llamarla, le pregunté ‘¿por qué no me dijiste nada?, trataba de protegerme a mi, a los amigos, porque sabía que era un personaje muy poderoso y que si ella nos decía algo y nosotros lo enfrentábamos, pagaríamos un precio muy alto”.

“Si hubiera sido consciente de una bestialidad de ese tipo hubiera hablado del tema”, añadió, que no pone en duda el relato de su amiga.

Hayek describió a Weinstein como su “monstruo” en un ensayo publicado en el diario The New York Times, en el que detalla la tortuosa producción de la película que le valió una nominación al Óscar a mejor actriz.

Trabajaron juntos en otras películas como “La balada del pistolero”, “Desesperado”, “Érase una vez en México” y “Gato con botas”.

El escándalo Weinstein estalló en octubre pasado, salpicando a otros pesos pesados de la industria del entretenimiento y dando vida a movimientos como el #MeToo y el Time’s Up.

“Yo creo que debía de explotar, es algo inaceptable en el mundo del cine, de la banca, de lo que sea, no se puede hacer eso”, dijo Banderas, de 57 años.

Weinstein enfrenta en la justicia de Nueva York un caso de violación y agresión. Se declaró no culpable y salió en libertad tras pagar una fianza de 1 millón de dólares.