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El funeral el sábado en Windsor del príncipe Felipe verá a toda la familia real británica vestida de civil, el féretro llevado por un Land Rover militar y a los hermanos Guillermo y Enrique andando separados por otro miembro de la realeza.

Enrique, de 36 años, que sacudió a la monarquía hace un año cuando con su esposa Meghan decidió abandonar sus funciones reales e irse a vivir a California, no andará tras el féretro de su abuelo junto a Guillermo, de 38 años y segundo en el orden sucesorio al trono.

Entre los dos hermanos, sobre cuyas tensas relaciones ha escrito la prensa británica largo y tendido, se situará su primo Peter Phillips, explicó hoy jueves la casa real al anunciar los detalles de la ceremonia.

Esta será la primera aparición pública de Enrique con la realeza desde que él y Meghan concedieron una explosiva entrevista televisiva en la que acusaron de racismo a algún miembro no identificado de la familia.

Felipe, duque de Edimburgo, falleció el pasado viernes cuando le faltaban dos meses para cumplir 100 años.

Siguiendo su voluntad será enterrado el sábado en las inmediaciones del castillo de Windsor, unos 50 km al oeste de Londres, y debido a la pandemia de covid-19 solo podrán asistir al funeral 30 personas, en su mayoría familiares cercanos.

La reina Isabel II, a punto de cumplir los 95 años, y todos los invitados llevarán mascarillas y mantendrán distancias de seguridad, confirmó el Palacio de Buckhingham.

Entre los presentes, además de sus hijos estarán Camila, esposa del heredero al trono, Carlos, de 72 años, todos los nietos del duque y sus cónyuges, los hijos de la hermana de la reina (la difunta princesa Margarita) y tres parientes alemanes de Felipe.

También está invitada una amiga íntima del duque, la condesa Mountbatten de Birmania, que compartía con él la pasión por conducir carruajes de carreras.