por Frankie TAGGART
Con el fracaso de taquilla de "Solo: A Star Wars Story" en su estreno, muchos analistas se preguntan si la lucrativa franquicia intergaláctica ha perdido su fuerza.
La más reciente película del universo concebido por George Lucas recaudó este fin de semana, feriado en Estados Unidos, apenas 103 millones de dólares, incluidos los cines en Canadá.
Esa cifra se queda corta frente a los 150 millones de dólares proyectados para el debut. Y en el resto del mundo, otra decepción, pues solamente ingresó 150 millones de los 300 millones pronosticados.
"Con cualquier otra película, esto era una jonrón", dijo el analista de comScore, Paul Dergarabedian haciendo uso del léxico beisbolero. "Pero en el mundo de 'Star Wars', donde las expectativas son tan altas y los intereses casi febriles, se puede considerar una decepción", aclaró.
"Solo", dirigida por el ganador del Óscar Ron Howard, sigue la historia del joven héroe Han Solo, encarnado en la trilogía original por Harrison Ford y ahora por Alden Ehrenreich ("Hail Caesar!").
Es el segundo de tres 'spinoff' anunciados por Lucasfilm -propiedad de Disney-- tras "Rogue One: A Star Wars Story", que a diferencia de ésta, fue la segunda película más taquillera de 2016.
Pero el camino de "Solo" a la gran pantalla fue escabroso, con los directores Phil Lord y Chris Miller despedidos por Lucasfilm por "diferencias creativas" cuando la producción estaba bien avanzada.
- Poco atractiva -
Otro cambio que puso presión en el presupuesto de 250 millones de dólares fue la salida de Michael K. Williams, quien por un problema con su agenda dejó el papel del villano principal, que luego asumió Paul Bettany.
"'Solo' ha soportado además un año de mala prensa", estimó Shawn Robbins, analista jefe de Boxoffice.com.
"Hubo mucha especulación en relación a historias confirmadas y no confirmadas relacionadas con la decisión de Lucasfilm de cambiar de rumbo y cambiar de director al final de la producción, lo que supuestamente provocó que el 70% de la película se volviera a filmar".
Con poco tiempo, Howard entregó un buen resultado en términos de producción, pero los analistas estiman que el problema va por otro lado.
La historia de Han Solo, estimó Robbins, no fue atractiva para los fanáticos porque no conecta directamente con el mito de la historia principal, mientras que "Rogue One" encaja directamente en el episodio IV, la película original de 1977.
"Mucha gente ya había decidido no ir a ver la película mucho antes de que saliera, lo que no se sabía era cuanto", indicó.
- Buena salud -
Otro factor importante puede ser la "fatiga por Star Wars", estiman analistas, pues en sus 40 años se esperaron unos tres años entre películas, tanto en la trilogía original como en la precuelas.
Incluso las trilogías como tal --la original, las precuelas y las secuelas que deben terminar en 2019-- se lanzaron con bastante tiempo entre cada una, primero 16 y luego 10 años.
Disney pagó a Lucas 4.000 millones de dólares por Lucasfilm en 2012 y ya lanzó no menos de cuatro películas, comenzando con "El despertar de la fuerza" en 2015.
"Solo" salió después de "Los últimos Jedi", octavo capítulo de la saga original, que aún está en cartelera en algunos países y hasta hace un mes, en Estados Unidos.
Pero Robbins y Dergarabedian coinciden en que la franquicia aún tiene buena salud.
"Disney toma nota de la lección aprendida y aplicará los correctivos", indicó Dergarabedian.
En la próxima década, Lucasfilms tiene planeado el episodio IX, otras dos trilogías por el director de "Los últimos Jedi" Rian Johnson y a los autores-productores de "Juego de tronos", David Benioff y D.B. Weiss, además de la historia de Boba Fett, una serie de Jon Favreau y un posible 'spinoff' de Obi Wan Kenobi.
"Lucasfilm todavía está en una buena posición en lo que respecta al futuro de la franquicia en el largo plazo, pero sin dudas hay una lección, que hasta las películas más invencibles deben ser estimuladas y cuidadas", destacó Robbins.
"Cuando eso sucede, se cosecha la recompensa", subrayó.