Un músico jamaiquino interpuso una demanda por 300 millones de dólares contra la estrella pop Miley Cyrus por su éxito de 2013 "We Can't Stop", alegando que frases clave de la letra fueron tomadas de un tema suyo.
En la canción que habla de la exploración sexual y otras libertades individuales, Cyrus canta: "And we can't stop / We run things, things don't run we / Don't take nothing from nobody".
Flourgon, un cantante de dancehall que hizo sonar algunos éxitos en la década de 1980 y 1990, dijo que la frase fue copiada de su canción de 1988 "We Run Things", cuyas estrofas incluyen "We run things / Things no run we".
Flourgon, cuyo verdadero nombre es Michael May, exige 300 millones de dólares a Cyrus, su sello Sony Music y su equipo de compositores y músicos, una suma muy ambiciosa que supera incluso el valor neto estimado de la cantante pop.
La demanda, presentada el martes en una corte federal de Nueva York, sostiene que la letra pertenece "inequívocamente" a Flourgon con "raíces en el patuá jamaiquino que, con su fraseología única y sus propias combinaciones lingüísticas, al traducirse al inglés resulta gramaticalmente incorrecta".
Flourgon dijo que Cyrus construyó su carrera a partir de ese sencillo, que coincidió, según el documento, con el momento en que la exestrella de la serie de Disney "Hannah Montana" adoptaba una imagen más agresiva y sexualizada.
Cyrus "cambió drásticamente su estilo de vestimenta y de vocalización para reflejar la crudeza, la agresividad y la sensualidad asociadas con estilos como el hip hop, el R&B y la música urbana y caribeña que se hace en Estados Unidos", dice la demanda.
La cantante de 25 años no respondió de inmediato a la demanda, en la que también se le exige no interpretar más "We Can't Stop".
La actriz pop se ha enfrentado anteriormente a críticas por supuestamente apropiarse de la cultura negra.
En 2013, hizo estallar la polémica por una actuación provocadora del tema "Blurred Lines" en dúo con Robin Thicke en los MTV Video Music Awards, durante la cual bailó sacudiendo su trasero contra el cantante.
Casualmente, "We Can't Stop" solo alcanzó el segundo lugar de la lista de sencillos de Estados Unidos porque fue superado por "Blurred Lines" de Thicke, una canción que fue blanco de una demanda histórica.
Thicke y el otro compositor del tema, Pharrell Williams, debieron pagar más de 7 millones de dólares a los administradores de la herencia de Marvin Gaye luego de que un jurado encontrara similitudes con su canción "Got to Give It Up".
Recientemente un juez rechazó una demanda también relacionada con letras contra Taylor Swift, diciendo que las palabras de su canción "Shake It Off" eran demasiado comunes para violar los derechos de autor.