CIEN CUERPOS. Fueron encontrados en cementerio clandestino en Lourdes Colón.


Los integrantes de una estructura de la pandilla 18 fueron condenados a penas desde los seis hasta los 288 años de cárcel por el homicidio de 28 personas, que fueron enterradas en el cementerio clandestino más grande, descubierto por la Fiscalía, y cuya extensión era de cien manzanas en la finca El Limón, de la hacienda Agua Fría, en Lourdes, Colón, La Libertad.

El Ministerio Público los enjuició por 23 casos, y en algunos hubo dos víctimas entre junio de 2012 y noviembre de 2013, la colaboración de los testigos criteriados “Hércules” y “Orión” fue clave para llegar hasta esas fosas donde se encontraron todos los cuerpos desmembrados.

El asentamiento El Guarumal fue el centro de operaciones de la clica Tainis Locos Six Bony Brea, a ese lugar eran llevadas las víctimas para luego asesinarlas con lujo de barbarie.

El juez especializado de sentencia “C”, para imponer la condena, hizo una valoración integral de la prueba presentada por la Fiscalía, lo dicho por los testigos estaba en consonancia con los levantamientos de cadáveres, la denuncia de los familiares, los análisis periciales y los estudios antropológicos.

La mayor condena fue para David Calixnario Cruz Ramos, alias, “El Pantera”, a quien le impusieron 288 años por homicidio agravado y encubrimiento como autor directo; a German Quijada Escamilla, alias “Ford”, lo condenaron a 226 años; este pandillero es uno de los cabecillas que, según los testigos, era quien ordenaba y autorizaba a la clica desde el penal de Izalco, asesinar integrantes de la misma pandilla, colaboradores, a mareros señalados de ser informantes de la Policía y personas a quienes vinculaban con la Pandilla 18.

En las investigaciones se determinó que en el cementerio clandestino encontraron los restos de seis integrantes de la Mara Salvatrucha, así como otras personas asesinadas porque vivían en zonas dominadas por la MS; otros por tener apariencia de pandilleros rivales y hasta por haber llegado a vivir al asentamiento El Guarumal, luego haber residido en territorio de la pandilla contraria.

En el Guarumal, vivía el palabrero Nelson Mauricio Reyes Ramírez, alias “El Extraño” y en algunos casos las víctimas fueron asesinadas y enterradas debajo de la cama de este cabecilla; en otras ocasiones enterraban en la parcela número siete de la referida finca.

La clica tenía un patrón definido para asesinar: comenzaban propinándoles palizas y torturas, los asfixiaban y para asegurarse de su muerte les introducían un corvo en la garganta, los desmembraban y algunas veces sacaban el corazón.

288 Años
Fue la mayor pena impuesta para el cabecilla de la 18, David Calixnario Cruz.