Según las investigaciones, los procesados realizaron un operativo en cantón El Morral, del Puerto de La Libertad para capturar a un supuesto pandillero del Barrio 18, identificado como Agustín de Jesús Valdez y además, pretendían incautarle un lote de armas que se suponía escondía en su casa.
En el procedimiento, lo agentes alegaron que se dio un intercambio de disparos y como resultado, Valdez pereció; sin embargo, testigos propuestos por la Fiscalía negaron que se haya dado ese enfrentamiento y que Valdez fue ejecutado por los policías.
El fiscal del caso sostuvo que “los policías simularon un intercambio de disparos, se introdujeron a la casa sin previa orden judicial y hurtaron todos los objetos de valor de las víctimas”.
En el supuesto operativo se produjeron una serie de acontecimientos cometidos por los agentes policiales, con el propósito de “ocultar la verdad de lo que realmente pasó en ese lugar”, según la Fiscalía, pero eso no convenció al juez en el juicio.
Los testigos claves señalaron que la víctima fue sometida por los agentes policiales y luego le quitaron la vida, después habrían colocado dos armas de fuego para cambiar la escena, y hacerla parecer, que la víctima murió en medio de un tiroteo, pero el juez no creyó esa versión y los absolvió.
El juez también los exoneró de cargos por el delito de hurto agravado, porque la Fiscalía no pudo acreditar “el ánimo de lucro con los objetos sustraídos de la vivienda de la víctima”.